¿Por qué limitar los estacionamientos en la CDMX?
El Peso de los Estacionamientos, el IMCO refleja que 71.3% de los capitalinos y visitantes se traslada en transporte público
Por Judith Armadillo Mejia
En la Ciudad de México hay tantos vehículos que hasta en redes sociales se proponía que el gentilicio para los que la habitan sea “trafiqueños”, debido a la cantidad de “tráfico vehicular (sic), con el que residentes, visitantes y turistas se enfrentan día a día.
Es la entidad donde más horas se pasan en un automotor, con 227 al año, lo que genera un desgaste emocional y físico para las personas que viven en la zona conurbada y trabajan en la CDMX al no tener posibilidad de adquirir una vivienda en esta urbe.
Una gran parte de estos problemas se pueden resolver al dejar de construir estacionamientos, infraestructura que justo ahora ocupa 40% del terreno construido, según datos del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés) en conjunto con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Esto se traduce en un desaprovechamiento de recursos y espacios, que pueden ser utilizados para mejorar la movilidad y el medio ambiente en la ciudad.
“Los requerimientos de cajones solo incrementan los precios de vivienda, bienes y servicios, y dan pie a una sobre oferta de cajones que incentiva el uso del auto. Sin duda, los recursos destinados a la construcción de estacionamientos, podrían ser canalizado a mejorar los sistemas de transporte que han demostrado ser más eficientes, impulsando así la construcción de más líneas de Metrobús, ciclovías, estaciones de bicicletas públicas EcoBici”, afirman.
Y es que las normas de construcción obligaban a que por cada obra de vivienda, comercial o de oficinas se destinará al menos 30% del espacio para aparcar automotores, en caso de no poder construirlo, debían rentar a fin de dar este servicio a los usuarios del inmueble, esto llevó a que se construyeran más estacionamientos que cualquier otra obra, con un costo promedio por cada cajón de 200 mil pesos.
Esta política de construcción, también llevó al empeoramiento del tráfico, así como un encarecimiento acelerado de la vivienda bien ubicada.
Aunado a ello, en la capital mexicana hay 6.5 millones de cajones de estacionamiento aunque sólo se tienen registrados 4.7 millones de vehículos, según cifras de 2016.
En su estudio El Peso de los Estacionamientos, el IMCO refleja que 71.3% de los capitalinos y visitantes se traslada en transporte público, 5.4% en taxi, 21.5% en automóvil y 0.8% en bicicleta, por lo que la existencia de los cajones de estacionamiento mostró su ineficacia.
Menos cajones para una mejor ciudad
Unos meses atrás, el IMCO, en conjunto con ITDP realizaron el concurso “Menos Cajones, Más Ciudad”, exponiendo obras donde el espacio urbano era mejor aprovechado sin lugares para vehículos, ahí el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, anunció que se preparaba una norma distinta, la cual se promulgó el pasado martes.
Según la Norma Técnica Complementaria para el Proyecto Arquitectónico en Materia de Estacionamiento, las edificaciones que se realicen en la CDMX no tendrán obligatoriedad de construir estacionamientos, excepto los hospitales, funerarias, estaciones de policía y bomberos.
Se establece como máximo que el 30% de del espacio se destine a estacionamiento (siendo que 30% era el mínimo obligado); en caso de que los constructores decidan tener más, pagarán una multa, la cual se sumará al Fondo de Movilidad.
Mientras que aquellos desarrollos que ya tienen estacionamientos y quieran cambiar, podrán tener beneficios fiscales, siempre que los espacios se destinen para vivienda, recuperación urbana, entre otras, afirmó el jefe de Gobierno.
El cambio era necesario, según el estudio del IMCO, de no hacerlo, en 3 años se construirían al menos 175 mil cajones de estacionamiento en la Ciudad de México, cuando existe un déficit de vivienda de al menos 70 mil al año. No construirlos ayudaría a reducir 100 mil toneladas de CO2 y otros contaminantes.
Se calcula que los recursos para el estacionamiento en un proyecto inmobiliario o de oficinas, rondan los 324 millones de pesos, equivalentes a la obra de 4 líneas de Metrobús, con beneficio de 700 mil usuarios, en vez de beneficiar a los 40 mil que usan automóvil.
También se podrían usar para construir 60 kilómetros de ciclovías, para comprar 7,330 bicicletas para Ecobici y el rediseño de 2.9 kilómetros de calle completa.
Al reducir los cajones se desincentiva el uso del automóvil, las viviendas podrán bajar su costo aun estando cerca de áreas con buena infraestructura de transporte público y se podrá realizar más inversión en transporte público y movilidad no motorizada.
El CoRe Foro Urbano y sus miembros celebraron los cambios a la reglamentación y pugnan porque por primera vez se reconozca las distintas zonas de la ciudad en función de su accesibilidad a transporte público y que en donde haya más infraestructura serán más estrictos los límites máximos.
Igual de importante es que exista un seguimiento a la creación del Fondo de Movilidad, será de suma importancia seguir velando por la transparencia y la rendición de cuentas de los recursos que la norma genere.
Tambien te puede interesar