La confianza del sector privado de la OCDE disminuye.

La semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos hizo grandes recortes a sus pronósticos económicos, mientras pedía a los bancos centrales que señalen las bajas tasas por más tiempo. Lo más importante es que defendió un estímulo fiscal coordinado junto con reformas estructurales.  Las preocupaciones se concentran principalmente en la zona del euro; Se espera que el crecimiento del PIB de Alemania alcance un mero 0,7% este año, mientras que Italia podría estar en el peor año desde 2013.  En un sentido más amplio, sin embargo, la perspectiva económica no es más brillante en otras partes del mundo desarrollado. La confianza del sector privado de OCDE ha disminuido drásticamente desde el tercer trimestre de 2017. La confianza del sector manufacturero ha experimentado un gran cambio en los últimos 12 meses, comenzando en 2018 con un 0,8% y ahora en el -0,8%, el nivel más bajo desde 2012, cuando Europa estaba en el medio De la crisis de la deuda soberana.  La tendencia también es negativa para la confianza del consumidor, que está cerca de sus niveles de 2016. La primera respuesta del Banco Central Europeo, que vino a través de TLTRO y orientación a futuro, fue para ganar tiempo, pero es evidente que se necesita un estímulo monetario adicional junto con la expansión fiscal para compensar una desaceleración mucho más profunda que la prevista por los responsables políticos.