Tras las elecciones del pasado julio México quedó dividido en dos tipos de personas con ideas muy distintas entre sí del cómo y para quién debe funcionar el gobierno federal y sus recursos. Por un lado, está el partido del Presidente Electo y sus más de 30 millones de votos que piensan, muchos sin conocimiento, que el gobierno debe ser un ente que resuelva todos los problemas que les aquejan día a día. El problema es que, para este grupo de mexicanos, “el gobierno” es toda autoridad desde el policía de la esquina pasando por los poderes municipal y estatal, pero todos bajo la responsabilidad del Presidente. Por eso, estos 30 millones de mexicanos sostienen que el culpable de las más de 29 mil víctimas de homicidio doloso en 2017 es el titular del Ejecutivo Federal. Esta forma de pensar debe preocupar mucho al Presidente Electo, pues, de acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano las condiciones de este delito serán peores para el 2018 y no hay indicaciones que esto deba cambiar en el 2019. ¿Qué explicación tendrá el Presidente López Obrador para esos 30 millones de mexicanos cuando los delitos de robo de auto, a casa habitación o de negocios los toquen? La realidad es que no importa, porque para ellos, él será el responsable. Es por esto por lo que los Foros para la Pacificación no están funcionando. Lo sucede con los Padres de los 43 Normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, para ellos, el Sr. Presidente es quien debe darles solución, aunque esto signifique dar esperanza a una ilusión irreal de encontrarlos con vida. Por otro lado, están quienes saben que las autoridades locales son las que realmente deben atender los delitos. Es aquí donde se encuentra la fórmula que hizo ganar al Presidente Electo, pero, que también sino tiene cuidado, será tu tumba. Y es que no importa de qué lado estés porque si eres del primer tipo de mexicanos, Andrés Manuel ya falló porque no detendrá ni siquiera perseguirá a los delincuentes que nos lastiman. También, ya falló Andrés Manuel si eres del otro grupo, porque no tiene ninguna forma o facultad de sancionar a quienes no hacen su trabajo y dejan en la total impunidad a los delincuentes que nos lastiman. Ya falló Andrés Manuel porque su movimiento se sostuvo en la regeneración nacional, y en cambio, todo su trabajo parece encaminado a que sus Alcaldes, Gobernadores, Diputados y Senadores electos dejen todo como está y le pasen la responsabilidad a él. El problema, que es uno grave realmente, sea usted del primer o segundo grupo de mexicanos es que puede tener la certeza de que ya falló Andrés Manuel.