El domingo se realizó en la ciudad de Tijuana el segundo debate entre los candidatos a la Presidencia de la República donde el eje principal fue “México en el mundo”.
Por Aarón Sánchez
Ningún humano es ilegal…
El domingo se realizó en la ciudad de Tijuana, Baja California, el segundo debate entre los candidatos a la Presidencia de la República donde el eje principal fue “México en el mundo”.
El formato, que fue una copia mal ejecutada del llamado “Town hall”, se vio saboteado por la mala actuación de los moderadores quienes tuvieron un protagonismo no deseado por los espectadores.
Desafortunadamente el contenido del mismo tampoco nos dio una gran sorpresa pues todos los candidatos ocuparon su tiempo para atacarse, que no es lo mismo que confrontar ideas, y a mencionar como ellos lograrán hacer entrar en razón al Presidente Donald Trump y asegurar con esto una gran y próspera relación entre nuestros países.
Sí, la relación con los Estados Unidos es una muy especial pues el 83% de nuestras exportaciones se realizan a este país, pero, “México en el mundo” no se limita al comercio con los vecinos del norte.
Ninguno de los candidatos hizo mención sobre el papel que jugará la Secretaría de Relaciones Exteriores en sus gobiernos. Por ejemplo, habría sido muy interesante escuchar su opinión y una propuesta de cómo respondería esta dependencia al accidente en la Habana, Cuba de una aeronave mexicana, el viernes pasado, donde fallecieron al menos ocho connacionales.
Esto también es México en el mundo pues los familiares de los fallecidos comenzaron, 72 horas después del accidente, a reclamar en los medios de comunicación que el gobierno mexicano no les da auxilio, lo que provocó que la cancillería mediante un escueto comunicado diga que “se les apoyará en todo momento”.
México en el mundo es también las asesorías legales que se les presta a nuestros connacionales en países asiáticos cuando son acusados por narcotráfico y condenados a la pena capital o cuando nuestros atletas tienen que “botear” en las calles para costearse un viaje y poder representar con orgullo a su país.
Tampoco escuchamos si tienen planeado restructurar la administración pública para fusionar dependencias similares como Bancomext y ProMéxico, y qué harán con la Secretaría de Economía y su subsecretaría de Industria y Comercio. ¿Cuáles son sus metas? ¿Qué beneficios traerán? ¿En cuánto tiempo?
No, no hubo nada de eso. Lamentablemente los políticos decidieron irse por la fácil, pues todos se vistieron en un traje de “David” prometiendo dar el golpe certero al Goliat del norte.
La falta de visión sobre estos temas de ya sabes quién era esperada; del Bronco necesaria; de José Antonio Meade desilusionante y de Ricardo Anaya it´s insulting and unacceptable…
Lo único que demostraron con su actuación los cuatro aspirantes es el pequeño papel que quieren para México en el mundo.