Lo bueno, lo malo y lo feo de las nuevas facturas
No será sencillo para las empresas y comercios entregar toda la información para el SAT; en el largo plazo podria ser benéfico, reconocen los contadores.
Por Judith Armadillo Mejia
No será sencillo para las empresas y comercios entregar toda la información para el SAT; en el largo plazo podria ser benéfico, reconocen los contadores.
A partir del mes de julio, empezaran a circular las nuevas facturas electrónicas, en su versión 3.3, dicho por Adrián Guarneros Tapia administrador General de Servicios al Contribuyente del Servicio de Administración Tributaria (SAT), México será el primer país en tener este esquema, el cual tendrá beneficios para una mejor recaudación, con más transparencia.
Al ser un esquema que busca captar más información, en el largo plazo, dejará beneficios para los contribuyentes, por ejemplo con la desaparición de la contabilidad electrónica, también la Declaración de Operaciones con Terceros, y que las declaraciones mensuales y anuales estén pre llenadas, lo que facilitará la rendición de cuentas y agilizará todavía más las devoluciones de impuestos.
Los contribuyentes podrán dar seguimiento más preciso de cómo se administran los impuestos que pagan, ya que también estarán obligados a la facturación 3.3 los entes de gobierno.
También tiene sus complicaciones y significarán una carga para el contribuyente, comentó en entrevista para Fortuna y Poder el contador Gerardo García Campa, vocero de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México.
“Como todo cambio nos va a costar trabajo, pero no hay de otra. Lamentablemente todo esto recae en el contribuyente, es el que paga el pato, porque tiene que documentarse, adaptar sus sistemas a lo que pide el SAT y, hay veces, que la autoridad no da la información tan clara como uno quisiera”.
El primero de ellos, explicó, es que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) se tendrá que desglosar en cada producto o servicio que se comercialice, lo que será una dificultad para comercios como supermercados o retails, que venden productos muy variados.
Otro caso, la revisión e implementación de los catálogos, que son listas de conceptos que se tienen que colocar en la factura, al estar ese listado asociado a una clave, tiene el objetivo de reducir el número de errores al momento del llenado.
Si bien se reduce el número de catálogos, serán 66 en total, 17 de ellos nuevos, algunos son muy largos lo que complicará al contribuyente el localizar el producto o servicio por el que está generando la factura.
Por poner un ejemplo, el catálogo de medio de pago, en vez de escribir con letra si es: efectivo, cheque, transferencia, se asignan claves que son: 01, 02, 03, etcétera. También está la clave de unidad: pesos, kilos, metros, centímetros, gramos, se tiene una que es la estándar a nivel país, además de la nueva, que es para estándares internacionales.
Otro caso es el de la clave de producto, que es el más complicado, donde hay una lista de miles de insumos, estandarizado a nivel internacional, donde se tendrá que colocar el que el comerciante está comercializando, dijo el especialista.
“Cada producto lo voy a tener que identificar, entonces tengo que señalar la clave que le da el SAT, mis propias claves o descripciones y señalar también los impuestos y si causa o no IVA; toda esa información por cada renglón. Llenar una factura no va a ser tan sencillo”, explicó Gerardo García Campa.
Es importante mencionar que el nivel de complejidad dependerá del tipo de contribuyente. Por ejemplo, un trabajador independiente, que no cambia de conceptos con cada factura que entrega, repetirá los conceptos. Se complica con pequeños, medianos y grandes negocios, que comercializan diversos productos y servicios, en ocasiones a nivel internacional.
“Hay avances y otros ya no tan simples. Por ejemplo si vende máquinas de coser, antes se decía el número de piezas y modelo. Ahora, se agrega el campo clave de producto o servicio, tendría que buscar dentro del catálogo la clave que utilizó el SAT y que tiene 8 dígitos. Y en ese listado, trae más de 52 mil claves, tendrás que buscar tu producto y ubicar la que te corresponde y señalar, además del modelo, del código de barras, la clave que viene ahí”.
Pero, ¿qué pasa cuando alguna de esas claves no viene en el catálogo? La solución que la autoridad fiscal ha dado a los contadores y desarrolladores de tecnología, es colocar el más cercano o bien, utilizar claves genéricas asignadas por el fisco. Al final, muchos negocios, terminarán recurriendo a estos genéricos, reconoció el Vocero de la Comisión Fiscal.
Confusiones
A esto hay que sumar, complicaciones legales, por ejemplo dijo el especialista, el SAT utiliza el portal web como medio de información de cambios y actualizaciones de información, sin que esta herramienta digital tenga el peso legal que tienen el Código o la Miscelánea Fiscal.
“El Código fiscal es el que establece todo lo relacionado con la factura digital y hace referencia a lo que dice la Miscelánea Fiscal, que hace referencia a su vez a más de 50 reglas, entonces es una problemática conocer todas. Y qué pasa cuando los requisitos ni siquiera están en la Miscelánea, sino que los publican en el portal del SAT, pero en el Código no dice que estén en el portal, o que lo ahí publicado tenga la legalidad que tiene el Código o la Miscelánea.
Tal vez el otro año nos lo aclaren en el Código Fiscal. Ahora sólo es más carga para el contribuyente. Hay que ponerlo en blanco y negro, pero hacerlo será un viacrucis para el contribuyente”, expuso García Campa.
¿Y si no cumplo?
Si bien las facturas 3.3 se empezarán a usar a partir del 1 de julio del 2017, tendrán un periodo de convivencia con el formato 3.2 y será a partir del 1 de diciembre que todos los contribuyentes y organismos de gobierno deberán usarla.
Quien no la implemente, no podrá entregar ninguna factura, ya que los documentos que genere no tendrán validez ante el SAT. Si bien esto podría ser sancionado por la autoridad, el mayor castigo será de sus clientes, quienes dejarán de contratar sus servicios al no poder utilizar esos comprobantes, coincidieron el vocero de la Comisión Fiscal y el mismo Administrador Central del SAT.
Por ello, hicieron un llamado a los pagadores de impuestos verifiquen que el sistema que están usando para facturar cumpla con estas nuevas disposiciones. Si es Mis Cuentas, dijo el SAT, ya estarán activos los nuevos conceptos y características a partir del 1 de julio.
“Va a ser bueno a nivel país. Pero que el contribuyente vea que el dinero sí termina donde debe de ir, así nadie se opondría a entregar su información. Si se aplica pero funciona como siempre, sólo se trata de lo de siempre, más revisión a todos. Además, ahora mismo generará inseguridad jurídica”, afirmó el Vocero de la Comisión Fiscal.
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