La reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales deberá considerar un mecanismo de aplicación flexible, gradual y cuidadoso, sin prisas, que incluso permita establecer “una pausa”, en caso de que la economía mexicana enfrente un periodo de recesión, propuso la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“Si en algún momento las condiciones cambian drásticamente —por ejemplo, ante una recesión económica— ese mismo mecanismo debe permitir hacer una pausa, un ajuste o una adecuación temporal sin desviar el objetivo de fondo”, consideró Juan José Sierra Álvarez, presidente de la Confederación.
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Al participar en el quinto foro de consultas sobre la próxima reforma para reducir la jornada laboral máxima, que se efectuó en Querétaro, el dirigente empresarial hizo ver que una “reforma precipitada” puede afectar a más de 13.4 millones de trabajadores del país que laboran más de 40 horas semanales, 50% de los cuales prestan sus servicios en micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme).
Sierra Álvarez aseguró que el sector privado no se opone a la reforma, pero que sí tiene la necesidad de exponer cuáles son las implicaciones de adoptar una reforma reducida en los costos y esquemas de operación de las empresas.
Insistió en que 95% de la planta productiva del país se compone de mipyme, que enfrentan dificultades como escaso financiamiento, una pesada carga tributaria y baja inversión en tecnología moderna, entre otras.
En este sentido, Juan José Sierra propuso que, al tiempo que se reduce la jornada laboral a 40 horas, se otorguen apoyos fiscales y de crédito a las mipyme.
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“Que haya incentivos fiscales, como la deducibilidad total de prestaciones laborales. Que se revise el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el subsidio al empleo, para que nadie pierda ingreso y nadie tenga que salir de la formalidad”, manifestó el dirigente empresarial.
En sus propuestas para impulsar la reforma de la jornada laboral, Juan José Sierra repitió las ideas que han planteado otras organizaciones empresariales, como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en el sentido de ajustar las horas trabajadas de manera escalonada, por rama de actividad productiva, tamaño de empresa y región geográfica, año con año.
Asimismo, Coparmex propone la conformación de un comité de expertos que revise los resultados de la reducción de la jornada laboral para la economía y que determine si existen condiciones para seguir adelante.
La reducción de la jornada deberá tener “mecanismos de revisión periódica guiada por un comité tripartito, conformado por representantes del gobierno, los trabajadores y el sector empresarial, que permita evaluar anualmente si las condiciones macroeconómicas nacionales e internacionales justifican mantener el ritmo del cambio, ajustarlo o reforzarlo”, concluyó Sierra Álvarez.
GC