El gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, anunció un decreto con el que pretende fomentar la inversión en México de la industria farmacéutica, de dispositivos médicos y de otros insumos para la salud.

Durante la conferencia matutina de Claudia Sheinbaum, el subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark, explicó que el objetivo es “que en los siguientes años haya un porcentaje cada vez mayor de inversión de la industria farmacéutica, pero también de los productos que la población consume y que sean producidos en territorio nacional”.

Según el funcionario, el decreto tiene dos componentes y uno de ellos es cómo se van a comprar los insumos genéricos, es decir, aquellos medicamentos que no tienen patente y que representan el gran volumen en términos de piezas de la compra de medicamentos.

De acuerdo con el subsecretario, cada dos años, el gobierno de México gasta casi 330 mil millones de pesos en insumos para la salud.

Y este porcentaje tan importante de gasto público en los mexicanos lo consideramos como una de las principales palancas que podemos utilizar para que la industria farmacéutica venga a instalarse en México y que cada vez más inversión se genere en territorio nacional”, expuso.

Para ello, añadió, en cualquier compra de insumos que realice el gobierno federal —particularmente las licitaciones públicas o las compras que se hagan de medicamentos genéricos—, los participantes entrarán a un criterio de puntos y porcentajes.

Lo anterior, para que el gobierno pueda otorgar “puntos adicionales y privilegiar a aquellas compañías que acrediten inversión en el territorio nacional”, es decir, que ya tengan plantas en cualquier parte de la cadena de suministros de medicamentos e insumos para la salud o que acrediten haber iniciado la instalación de fábricas, laboratorios o almacenes que formen parte de dicha cadena.

Igualmente se favorecerá a ciertos laboratorios que hagan inversiones considerables en el desarrollo científico y en la investigación de productos innovadores o biosimilares en nuestro país.

De esta manera, lo que buscamos es dar una notable preferencia para que las empresas decidan venir a México para también poder tener una preferencia en la compra de medicamentos.

“Estamos convencidos que el sector público de insumos para la salud de México es tan grande que muchísimas compañías de todas partes del mundo, Asia, Estados Unidos, Norteamérica en general, Europa, buscarán hacer relocalización de procesos productivos en México con tal de ser más competitivos en los procesos de compra de medicamentos e insumos para la salud que llevamos a cabo en nuestro país”, destacó Clark.

El segundo componente del decreto va dirigido a insumos de alto costo, que son “los famosos medicamentos de patente y fuente única”, es decir, “aquellos que tienen protección intelectual y tenemos que comprar a las compañías que tienen estas patentes”.

En este punto el funcionario mencionó que cerca de 40 empresas —que son las más grandes farmacéuticas internacionales—, representan cerca de 150 mil millones de pesos de compra de medicamentos cada dos años.

Acentuó que se trata de “un gasto increíblemente alto” que se considera al comprar estos volúmenes.

Por ello la adquisición tendrá que venir asociado con un compromiso de inversión de parte de estas compañías en México.

Es decir, si vamos a invertir y ellos tendrán estos ingresos, que una parte de esos ingresos los reinviertan en nuestro país, y que una parte de lo que los mexicanos consumimos para insumos para la salud de todos los pacientes del sector público también se reinviertan en México a través de estos procesos de inversión.

“Por eso, lo que estamos presentando en el decreto de fomento a la inversión farmacéutica es que para todas las negociaciones de la compra de medicamentos de fuente única y patente —del próximo año— se vinculen a un compromiso de inversión asociado al monto de la compra”.

Clark agregó que lo que se busca es que nadie que tenga ingresos de millones de pesos asociados a la compra de insumos públicos, a los recursos del pueblo, sólo tengan una oficina de ventas en México y no inviertan o produzcan en el país.

Que tenga que comprobar ya sea investigación, ya sea producción, ya sean cadenas de suministro, calidad, pero que tenga arraigo productivo en México, y que no sólo tengamos mejores productos, sino también mayor desarrollo económico de nuestro país”, subrayó.

Por esta razón, apuntó, para la siguiente compra anual, se tendrá lista una comisión para hacer estas negociaciones con las empresas.

Con estas dos estrategias, lo que buscamos es que a partir de las siguientes compras —que se estarán realizando en más o menos un año para los insumos que llegarán a México a inicios de 2027— tengamos una estrategia mucho más agresiva.

Esto, para que no sólo haya relocalización en el siguiente año a México, sino que la industria desde ahora pueda hacer las previsiones para comenzar procesos de instalación de fábricas, procesos de investigación que les permitan competir en mejores condiciones comparados con proveedores que no tengan arraigo en México.

En segundo lugar, fomentar que en los medicamentos de alto costo y patente también haya inversión, pero también mayor investigación clínica en México”, concluyó.

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