Son varios los puntos clave para la nueva ley que despenalizará el uso lúdico de la marihuana, pero el más importante es, quizá, la forma y las atribuciones que se le darán al órgano que regulará y monitoreará su producción, venta y consumo. 

El Congreso federal lleva más de un año arrastrando los pies en su tarea de legislar el uso recreativo de la marihuana. La nueva ley fue aprobada con cambios en la Cámara de Diputados en marzo de este año, pasando a manos del Senado, que tiene hasta el 30 de abril para dar luz verde al dictamen. 

Los senadores pusieron freno al dictamen nuevamente al ver los cambios hechos en San Lázaro. El plan es buscar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) les dé una tercera prórroga para trabajar la ley.  

Entre los cambios más importante destaca el tema del órgano regulador del uso del cannabis en México. Originalmente, se planteó crear un Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis, que se encargaría, entre otras cosas, de otorgar y revocar permisos de producción industrial y de autoconsumo. 

El dictamen aprobado por los diputados elimina la creación del Instituto y pone esas tareas en manos de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), un órgano de la Secretaría de Salud cuya misión es “prevenir y atender los problemas derivados del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas”, de acuerdo con su página oficial. 

Dicho cambio no es para menos. De acuerdo con Guillermo Solórzano Leiro, abogado experto en temas de salud y propiedad intelectual y socio fundador de la firma Solórzano Linaldi, el tema del regulador es crucial para el éxito de la nueva ley.  

“El reto como tal está en la creación del Instituto o la adaptación del Conadic o lo que vaya a ser el órgano que vaya a tener en su panza la rectoría y el cumplimiento de la regulación que se vaya a aprobar”, declaró en entrevista telefónica para Fortuna y Poder. 

Solórzano Leiro ve ventajas y desventajas en darle a la Conadic el papel de regulador. Por un lado, su experiencia en el manejo de adicciones ayudaría a evitar que el consumo recreativo de la marihuana se convierta en un tema de mercado únicamente, desentendiéndose de sus implicaciones sociales y de salud. 

Por otro lado, la Conadic no cuenta al momento con “la capacidad técnico-administrativa para ser un organismo verificador-regulador de un tema de cannabis”. 

“El tema es adecuar, adaptar, adoptar al Conadic para que entienda y que tenga las capacidades técnicas, humanas, materiales y económicas para poder atender el tema […] Va a tener una curva de aprendizaje”, apuntó el abogado. 

Es un asunto de peso. La demanda que anticipa a la aprobación de la ley es tremenda. Tanto consumidores como productores y vendedores potenciales están a la espera de que la ley les de luz verde. 

Si se libera el uso recreativo de la marihuana en el país sin regulador que tenga las capacidades y atribuciones suficientes para imponer orden, podrían abrirse las puertas al desorden y a la negligencia, lo cual “generaría algunos mercados secundarios no deseables”. 

¿Habrá prórroga? 

El Senado de la República espera conseguirse unos días más para resolver el tema de la despenalización del consumo recreativo de la marihuana. La semana pasada, legisladores de la Cámara Alta dijeron que solicitarán una prórroga más (la tercera) a la Suprema Corte.  

No es seguro que la Corte –que emitió la orden para que se legislara el tema- conceda una tercera prórroga. De hecho, en opinión de Solórzano Leiro, no sucederá. 

“Yo creo que el Poder Judicial no va a entregar otra prórroga. Habría un incumplimiento de parte del Congreso, en este caso, y la Corte tendría que exigir, desde el punto de vista judicial, la emisión de la propia ley […] “Lo veo cuesta arriba”, dijo en entrevista. 

Cabe recordar que la SCJN otorgó la segunda prórroga el año pasado debido a la emergencia del COVID-19, que atrofió también a las operaciones del Legislativo Federal. 

El abogado de Solórzano Linaldi ve tres escenarios posibles: 1) que el dictamen se apruebe como está y se publique antes del 30 de abril de este año, como mandó la Corte; 2) que se conceda la prórroga; 3) que se niegue la prórroga y que los legisladores se vean obligados a emitir la ley o que la siguen trabajando bajo un incumplimiento. 

En caso de que se caiga en incumplimiento, la Corte podría sancionar al Congreso. Sin embargo, Solórzano Leiro apuntó que “es difícil determinar una sanción”. 

Toda ley es perfectible 

El Senado quiere más tiempo para legislar sin prisas lo que ha caracterizado como una ley delicada, de suma importancia. En palabras de Ricardo Monreal Ávila, senador morenista y presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara Alta: “No debemos crear leyes imperfectas”. 

Sin embargo, no hay ley perfecta. Guillermo Solórzano considera que “toda ley es perfectible”, incluyendo la Ley Federal para la Regulación de Cannabis. 

En opinión del abogado, uno de los aciertos del dictamen que está en manos del Senado es que “da forma a un mercado que va a ser muy demandado”. Sin embargo, hay detalles por ajustar, como las funciones, competencia, facultades y alcance del regulador y cuestiones del gramaje que está permitido portar. 

Solórzano Leiro no es el único que ve imperfecciones en el dictamen que regulará el uso lúdico de la marihuana en el país. Desde su primera aprobación en el Senado, abundaron las críticas sobre temas de gramaje (no se podrán portar más de 28 gramos, bajo riesgo de multa) y de autoconsumo (el máximo de plantas cultivadas por hogar es de seis para una persona y ocho para dos o más personas). 

Se espera que la despenalización del consumo lúdico de la marihuana abra las puertas a un mercado altamente lucrativo para México. En Norteamérica, Canadá es el único país en el que su consumo, venta y producción están permitidos a nivel federal. En Estados Unidos, son unos cuantos los estados que despenalizaron su uso recreativo. 

Dicho de otro modo, el mercado se concentra en pocas manos al momento. Para México, el mercado nacional del cannabis lúdico y medicinal podría tener un valor de más de 83 mil millones de dólares para 2028, de acuerdo con la consultora Grand View Research.  

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