Delfina Gómez Álvarez rindió este jueves como gobernadora del Estado de México, con lo que se convirtió en la primera mujer en encabezar esa entidad federativa de la mano del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y también pasó a la historia como la primera mandataria que desbanca del poder local al poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Delfina Gómez, exsecretaria de Educación, estuvo acompañada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros miembros del gabinete federal, así como del gobernador saliente, Alfredo del Mazo Maza, el tercero de la dinastía Del Mazo, que ha encabezado la entidad, después de Alfredo del Mazo Vélez –1945 a 1951— y Alfredo del Mazo González –1981 a 1986—, los tres de militancia priista e integrantes del llamado “grupo Atlacomulco”.
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En el congreso del Estado de México, la gobernadora encabezó una sesión solemne para rendir protesta legal, aunque como marca la tradición mexiquense, Delfina Gómez asumirá plenamente sus funciones a partir del 16 de septiembre, ya que el gobernador saliente se encargará de celebrar la ceremonia del “Grito de Independencia”, la noche de mañana.
Al rendir protesta en sesión solemne, Gómez Álvarez aseguró que gobernará con base en “el humanismo mexicano” que ha impulsado la administrador de López Obrador, ya que se trata de un paradigma político que “pone fin a un régimen de unos cuantos”, para dar lugar “a un régimen del pueblo y por el pueblo”.
Asimismo, la mandataria entrante reconoció a López Obrador por los avances logrados en materia de economía, desarrollo social y seguridad, y adelantó que solicitará el respaldo de la federación para impulsar un plan que permita mejorar la movilidad de los pasajeros del transporte público.
En su mensaje tras rendir protesta, Delfina Gómez retomó las palabras de López Obrador al referir que trabajará con austeridad porque “no puede haber un gobierno rico con un pueblo pobre” y que enfocará sus esfuerzos en sacar a más personas de la pobreza y la marginación social.
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“No hay vuelta atrás, se terminaron los privilegios, nadie está por encima de la ley”, dijo la mandataria estatal, quien vestía de color oscuro, y puso fin a un periodo de 90 años de domino priista en el Estado de México.
En un adelanto de lo que incluirá en su programa de trabajo, Delfina Gómez dijo que promoverá reformas a las leyes estatales para introducir las figuras de revocación de mandato y de consulta popular, eliminar el fuero legal para todos los servidores públicos, así como para reivindicar los derechos de los pueblos indígenas.
De esta forma, Delfina Gómez concretó su intención de ser gobernadora del Estado de México, la entidad federativa más poblada del país, luego un primer intento en 2017, cuando perdió las elecciones frente a Alfredo del Mazo, primo del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Esta es la segunda vez que López Obrador acude al Estado de México en el proceso de transición de los poderes estatales, ya que acudió al sexto y último informe de gobierno de Alfredo del Mazo, el pasado 4 de septiembre, la única vez que el mandatario federal ha presenciado un informe local.
Además, la de Delfina Gómez es la tercera vez que el presidente acude a la toma de protesta de un gobernador, después de Rutilio Escandón Cadenas, de Chiapas, y Claudia Sheinbaum Pardo, de la Ciudad de México.
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Este viernes, López Obrador, Alfredo del Mazo y Delfina Gómez nuevamente se verán cara a cara, ya que acudirán a la puesta en operación de la primera etapa del “Tren Interurbano el Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla”, anteriormente denominado como México-Toluca, una obra inconclusa que se quedó pendiente desde el sexenio pasado.
Lo anterior implica que corresponderá a la administración de Delfina Gómez continuar la obra para concluirla, en coordinación con el gobierno federal y la administración de la Ciudad de México.
GC
