El presidente Donald Trump se distanció hoy de Paul Manafort y de los 12 cargos criminales con que su ex gerente de campaña fue acusado, y sugirió que la campaña de su rival demócrata Hillary Clinton debería ser también objeto de una investigación federal. El mandatario externó su frustración por el hecho de que el fiscal independiente Robert Mueller mantiene la atención de su investigación centrada en su campaña, pese a las revelaciones de que la campaña de Clinton financió una pesquisa privada sobre sus presuntas conexiones con Rusia. “Lo siento, pero esto es de años atrás, antes que Paul Manafort fuera parte de la campaña Trump”, indicó el mandatario en un mensaje en su cuenta Twitter, en alusión a las acusaciones contenidas en los 12 cargos presentados en su contra por un gran jurado federal. Tanto Manafort y su socio Rick Gates fueron acusados de conspirar contra Estados Unidos; conspirar para lavar dinero; hacer declaraciones en falso y operar como agentes (cabilderos) para un ente extranjero sin estar registrados, y por no presentar reportes sobre cuentas bancarias que mantenían en bancos en el extranjero.
“Porqué no son el foco (de atención) la torcida Hillary y los demócratas?”, cuestionó Trump en aparente alusión a la investigación conducida por Mueller, de la cual él ha sido crítico frecuente.
En compañía de su abogado, Manafort, de 68 años de edad acudió esta mañana a la oficina local de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ubicada a unas cuadras del Capitolio, para entregarse a las autoridades federales después que el gran jurado federal presentó los cargos. Trump concluyó su breve réplica con un segundo mensaje en el que sentenció que “no hay COLUSIÓN!”, como ha insistido desde que Mueller fue designado por el Departamento de Justicia para presidir la investigación a cargo del FBI. La atención sobre Manafort creció después de revelarse de que había realizado trabajo de cabildeo para el ex presidente de Ucrania, Victort Yanukovych, aliado de Rusia, así como para el empresario ruso Oleg Deripaska, a cambio del cual habría recibido una paga de 10 millones de dólares. En julio pasado agentes del FBI allanaron la casa de Manafort en Alexandria, Virginia, de donde sustrajeron documentos y otros materiales en una acción que generó sorpresa debido a que hasta entonces había venido colaborando con dos comités del Congreso que conducen investigaciones sobre la posible colusión de Rusia con la campaña de Trump. Manafort, un cabildero y operador político fue incorporado por Trump a su campaña política en abril del 2016 después de un ajuste en su equipo que dio como resultado la salida de quien era entonces su jefe de campaña, Corey Lewandowski, a poco menos de un mes de celebrarse la convención republicana. En agosto pasado Manafort renunció al cargo después de revelarse su extenso trabajo que había conducido en Ucrania y Rusia, a tres meses de que se celebraran las elecciones. OC