En el primer trimestre de 2025, la economía estadounidense cayó 0.24% a tasa trimestral anualizada, lo que representa una importante desaceleración en relación a octubre-diciembre de 2024, cuando creció 2.4% trimestral.
En la estimación inicial, se pronosticó una contracción de 0.27 por ciento.
El ajuste se debió a que la inversión privada habría crecido 24.4% y no 21.9% como se pronosticó antes. Esto, impulsado por un fuerte aumento en el rubro no residencial (10.3%), principalmente en el gasto en equipo, de 24.8 por ciento.
En tanto al consumo personal, sólo aumentó 1.2% trimestral, manteniendo una desaceleración que comenzó en el segundo trimestre de 2023. Al interior, el consumo de servicios y bienes mostró incrementos de 1.7% y 0.1% t/t, respectivamente.
Por su parte, el gasto público tuvo una contracción de 0.7% trimestral, lo que significa su ritmo más débil desde el primer trimestre de 2022.
Cabe mencionar que las importaciones (que se consideran una sustracción en el cálculo del PIB) crecieron 42.6% en el primer trimestre del año, mientras que las exportaciones aumentaron 2.4% trimestral.
“La contribución neta del comercio fue de -4.90 puntos porcentuales, reflejándose en el retroceso del PIB.
“En conjunto, estas cifras reflejan los efectos económicos derivados de los aranceles impuestos por Donald Trump”, acentuó Grupo Financiero Monex.
A tasa anual, la economía estadounidense creció 2.06%, su menor dinamismo desde el cuarto trimestre de 2022.
A su interior, el consumo personal creció 4.0%; sine embargo, la inversión privada cayó 5.6 por ciento. Las exportaciones se contrajeron 0.2% anual y las importaciones lo hicieron en 1.9 por ciento.
En un análisis, Grupo Financiero Monex insistió que los datos muestran de manera parcial las repercusiones de las diversas rondas arancelarias impuesta por EU, a sus principales socios comerciales (México, Canadá y China).
Apuntó que la contracción registrada fue reflejo de una previsión por parte de las empresas, las cuales adelantaron sus órdenes de nuevos pedidos, previo a la aplicación de dichas tarifas.
“Bajo esta coyuntura, los consumidores estadounidenses mostraron una postura de mayor cautela, lo que repercutió en su consumo de bienes y servicios”, resaltó la institución financiera.
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