El presidente Donald Trump aplazará la aplicación de aranceles de 25% para las empresas fabricantes de autos que cumplen reglas de origen del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC.
Lo anterior fue informado por la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien leyó un comunicado en el que se menciona que la determinación se produjo luego de que el mandatario sostuvo conversaciones con directivos de General Motors (GM), Ford y Stellantis.
“Hablamos con los tres grandes concesionarios de automóviles. Daremos una exención de un mes a cualquier vehículo que pase por el T-MEC.
“Los aranceles recíprocos aún entrarán en vigor el 2 de abril, pero a petición de las empresas asociadas al T-MEC, el presidente les da una exención por un mes para que no estén en desventaja económica”, manifestó la vocera.
En conferencia de prensa, Leavitt precisó que Trump considera que la pausa de un mes es una decisión muy acertada.
“Las tres empresas con las que habló el presidente son: Stellantis, Ford y General Motors. Ellos solicitaron la llamada… hicieron la solicitud y el presidente estuvo encantado en hacerlo… Es una exención de un mes”, reiteró”.
Por la mañana, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, adelantó que Trump actualizaría sus planes de aranceles, posiblemente eximiendo a sectores de gran relevancia como el automotriz; sin embargo, aclaró que los gravámenes en general se mantendrán.
“Habrá aranceles, seamos claros, pero lo que está considerando es qué secciones del mercado tal vez — tal vez — podrían tener alivio hasta que lleguemos, por supuesto, al 2 de abril”, dijo en entrevista con Bloomberg.
De acuerdo con lo expresado por Trump, en abril se anunciarán aranceles en reciprocidad con países que impongan barreras al comercio, inclusive barreras no monetarias.
En específico, señaló que impondrá gravámenes a las importaciones de automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos.
Lo anterior incrementa la probabilidad de que Trump se aleje de la idea de aranceles universales y opte por imponer aranceles a productos específicos, diferenciando entre países, con el objetivo de evitar choques en sus industrias y presiones inflacionarias.
Afectaciones
Banco BASE señaló hace unos días que los grandes afectados por los aranceles a los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos serían los consumidores finales, pues los precios de los automóviles que adquieren se incrementarían de forma relevante.
En un análisis, la institución financiera recordó que, de acuerdo con datos del Banco de México, cerca de 28% de las exportaciones totales mexicanas a Estados Unidos corresponden a material de transporte (Sección 17), con un valor aproximado de 143 mil millones de dólares, cercano a 7.8% del PIB de México el mismo año.
En ese sentido, un arancel de 25% sobre estas exportaciones de origen mexicano, representarían un ingreso estimado para el gobierno estadounidense de 35.7 mil millones de dólares.
“No obstante, tendrían como consecuencia un incremento en los precios de los consumidores estadounidenses”.
Igualmente, la economía mexicana se verá golpeada, pues tan sólo las exportaciones de automóviles tipo turismo (para pasajeros, excluyendo transporte pesado y otro tipo de material de transporte), representaron 9.1% de las exportaciones totales de México a Estados Unidos en 2024. Esto significa cerca de 2.5% del PIB de México en el mismo año.
“De todas las exportaciones de automóviles tipo turismo desde México, 75% tiene como destino Estados Unidos”, acentuó BASE.
Según la institución financiera, de imponerse aranceles al sector automotriz, los estados más afectados en México serían principalmente los que concentran estas exportaciones: Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Chihuahua, Puebla, San Luis Potosí, Estado de México, Baja California, Aguascalientes y Tamaulipas.
En conjunto, estos estados explican 86.7% de las exportaciones del sector automotriz de México.
ER