En un mundo cada vez más complejo, es importante tener un control (presupuesto) sobre nuestras finanzas. No obstante, hay muchas personas que gastan hasta la mitad de su sueldo en algún capricho, y justifican que “para eso trabajan”.
Algunos de ellos o no terminan la quincena o tienen que hacer rendir cantidades muy bajas de dinero. Incluso, hay quienes no saben exactamente hacia dónde se fueron sus recursos.
Si tu estás en alguna de estas situaciones, el presupuesto es para ti.
De acuerdo con Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex, el presupuesto es una forma de planificar tus ingresos, y funciona como un plan de acción que te ayudará a cumplir un objetivo o meta en un tiempo determinado. Al realizarlo, podrás calcular e identificar la cantidad de dinero que usarás para hacer compras, pagos de servicios o pasatiempos con el fin de no extralimitarte y mantener tus finanzas sanas.
En pocas palabras: es un método que nos permite conocer nuestros ingresos y gastos, y así tomar decisiones financieras más informadas.
“Hacer uso de esta herramienta te ayudará a identificar los gastos que realizas, con lo que tendrás un panorama más amplio sobre la forma en la que organizas tus finanzas. Además, te permitirá saber si has gastado de más y cómo puedes evitarlo en el futuro. Podemos decir que es una especie de brújula, con la que detectarás los ajustes o cambios que debes hacer para que tu quincena rinda mucho más y puedas tener tu dinero perfectamente equilibrado”, señaló Ordaz.
¿Cómo se hace un presupuesto?
El especialista aconsejó iniciar con el registro de tus ingresos. Desde tu salario, hasta el dinero que obtienes al vender algún producto.
“Es importante que contemples el dinero completo, pues será parte fundamental para saber con cuánto dinero cuentas. Recuerda que existen los ingresos fijos, que son aquellos que recibes de manera programada o en un periodo determinado y están los ingresos variables, que obtenemos de manera ocasional, como trabajos freelance o alguna actividad que genere ingresos extras”, subrayó.
Identifica los gastos que realizas. Haz un listado de gastos fijos y variables. Los primeros son aquellos que no cambian, como el pago de la renta o la mensualidad de tu plataforma streaming favorita.
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En los gastos fijos recuerda contemplar también el monto que designarás a tu fondo de emergencia y los ahorros que hagas para cumplir tus metas. Por ejemplo, la compra de un boleto para viajar al lugar de tus sueños, así sientes que estás avanzando al cumplir tus objetivos y no solo que cuentas con menos dinero para ti. Recuerda que más vale estar preparados ante cualquier situación que se presente.
Por otro lado, los gastos variables son aquellos que no haces de manera constante, como salidas de fin de semana, comprar ropa, tus figuras de acción coleccionables o los boletos que peleaste en una preventa para ver a tu héroe favorito en la pantalla.
Contempla los gastos hormiga. Son aquellas compras que no están planificadas y no parecen ser importantes, como comprar cada mañana la clásica torta de tamal o un café para alivianarte por no dormir.
“Estos gastos afectan tu bolsillo más de lo que piensas, por eso te recomendamos identificar estos gastos y analizar si realizarás algún recorte en ellos para que así puedas tener un monto guardado que sea exclusivo para darte algún gustito”.
Una vez que organices los gastos que harás durante el mes, réstalos a tus ingresos: el resultado de esta operación será el dinero que podrás gastar en lo que quieras.
“Es posible que al principio te cueste adaptarte a esta nueva manera de organizar tu dinero, pero con disciplina y constancia te darás cuenta de que fue una gran decisión comenzar a cuidar tu dinero con esta herramienta”, concluyó Ordaz.
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