El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que, aunque México podría ser el país más beneficiado del proceso de relocalización de cadenas de suministros (nearshoring), hasta el momento no hay indicios de que haya tenido efectos positivos en el ritmo de crecimiento de la actividad económica.
De acuerdo con el organismo del Consejo Coordinador Empresarial, aunque este fenómeno representa un gran impulso para la economía nacional, está siendo bloqueado por la “falta de incentivos reales, como un entorno conducente para la inversión y los negocios”.
A lo anterior se suma la preocupación ante los efectos que puede generar la política arancelaria instrumentada por Estados Unidos, que ya ha comenzado a poner en riesgo la viabilidad del mismo proceso de relocalización, pues con sus políticas, ese gobierno intenta relocalizar a las empresas, incluyendo las estadounidenses que están en otros países, en su territorio, lo que podría inhibir la intención de invertir en México.
El Centro apuntó que, aunque hasta el momento no hay cálculos definitivos de cuál sería el costo de dicha política arancelaria, existen algunas opiniones que consideran que su impacto sería moderado en México.
No obstante, las expectativas de crecimiento ya reflejan la intranquilidad de esta coyuntura con pronósticos de crecimiento cada vez menores, incluso en algunos casos con previsiones ya negativas.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la actividad económica de México se contrajo 0.16% en enero respecto al mes previo, con lo que hiló dos meses consecutivos con contracciones.
A su interior, las actividades secundarias (industrias de la minería, manufacturas, construcción y electricidad) reportaron una caída de 0.38% respecto a diciembre, debido a que la minería se contrajo 1.75%, los servicios básicos retrocedieron 0.79% y las industrias manufactureras se contrajeron 0.31 por ciento.
De forma contraria, la construcción creció 0.14% mensual.
Por su parte, las actividades primarias (agropecuarias) aumentaron 3.13% respecto a diciembre mientras que las actividades terciarias (comercio y servicios) no registraron ningún cambio.
En su comparación anual, la actividad económica creció 0.04%, luego de mostrar una contracción de 0.69% anual en diciembre. Esto se debió a que las actividades primarias tuvieron un incremento de 14.56% (el mayor desde agosto del 2016).
Las actividades terciarias aumentaron 1.03%, pero las actividades secundarias cayeron 2.76% anual en enero.
En este entorno, apuntó el CEESP, resalta la participación del Consejo Coordinador Empresarial que, con la creación del Comité Especial para la Inversión y Relocalización de Empresas como un instrumento estratégico para impulsar el crecimiento, contribuirá a generar las condiciones idóneas para la inversión.
Sin embargo, esto también requiere de medidas inmediatas del sector público que contribuyan a un buen ambiente de negocios, por lo que habrá que trabajar en un entorno de reglas claras, con un fortalecimiento del Estado de derecho, menor inseguridad e impunidad.
“Con la participación de ambos sectores será posible establecer un mejor entorno económico para el mediano y largo plazos”, expuso en su análisis semanal.
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