Las importaciones de contrabando de combustibles, así como el robo de los mismos en el mercado mexicano —práctica conocida como “huachicoleo”— provocaron en el primer trimestre del año pérdidas por 20,000 millones de pesos (mdp) de impuestos que no se cobraron.
Raquel Buenrostro Sánchez, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), explicó que el contrabando se puede realizar de dos formas, ya sea por la fuerza, lo que se conoce como “contrabando bronco”; o bien al querer presentar un producto por mercancía que no lo es, en este caso diésel por aceites, lo que se conoce como “contrabando técnico”.
“Tenemos un problema de contrabando fuerte de combustibles que está siendo atacado y ahí sí traemos una disminución de aproximadamente 20,000 mdp en comercio exterior por contrabando y huachicol”, aseguró la funcionaria federal.
En la inauguración del Centro de Atención Remota al Contribuyente, que se transmitió por videoconferencia, Raquel Buenrostro comentó que el SAT colabora con la Secretaría de Energía (Sener) y con Petróleos Mexicanos (Pemex) para atender estos desafíos, que constituyen tanto un delito fiscal como un asunto de seguridad nacional.
Recordó que el viernes pasado, el gobierno federal entregó una iniciativa de reforma a la Ley de Hidrocarburos que, entre otras cosas, pretende contribuir a frenar el contrabando de combustibles y el robo de combustibles en el país.
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“El contrabando bronco se hace usando la fuerza, digamos, la violencia, pueden pasar muchos camiones, pipas con combustible que no sabemos ni qué es”, comentó la funcionaria para dar una idea sobre las dimensiones que ha adquirido esta práctica.
En este sentido, Buenrostro Sánchez dijo que el SAT colabora con Pemex para hacer un estimado preciso de las cantidades de combustibles que se extraen ilegalmente de los ductos de la red nacional. (Con información de los diarios Milenio y La Jornada)
GC