El endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, que implican la expulsión inmediata de aquellos extranjeros sin residencia legal, afectarán la recepción de remesas familiares que capta México todos los años, pero no significativamente.
Jesús Cervantes, director de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), aceptó que las deportaciones de los trabajadores mexicanos indocumentados se reflejarán este año en una caída de las remesas familiares de entre 1.2% y 2.9% respecto a lo que se captó en 2024, lo que dependerá de la cantidad de personas que sean repatriadas.
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“No creo que haya una disminución cuantiosa, pero no vamos a observar el comportamiento positivo de años previos”, consideró Jesús Cervantes, entrevistado para el podcast “Norte económico” de Grupo Financiero Banorte.
Los trabajadores mexicanos radicados en Estados Unidos, con ciudadanía norteamericana, con permisos de residencia o sin ellos, generan una masa salarial de aproximadamente 373,726 millones de dólares (mdd), refirió el experto.
De esa masa salarial, se estima que 61.8% es aportación de trabajadores que carecen de la ciudadanía norteamericana, por lo que es desde ese segmento de donde pudiera provenir una menor afluencia de las remesas.
El año pasado, los “paisanos” enviaron a sus parientes en México un monto de 64,745 mdd de remesas familiares, cifra que impuso un máximo histórico, misma que no se repetirá ni se superará en este año, debido a las políticas migratorias, consideró Jesús Cervantes.
El experto estimó que si se deportan unos 200,000 mexicanos en este año, la caída de las remesas será de 1.2% —unos 752 mdd— respecto a 2024; y si los expulsados suman 300,000, la caída será de 1.8% —cerca de 1,132 mdd—.
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Pero si las estimaciones únicamente se concentran entre la comunidad de mexicanos que carece de ciudadanía, se puede esperar que el volumen de las remesas se contraerá entre 2% y 2.9%, en el supuesto de que sean expulsados 200,000 y 300,000 personas, respectivamente.
“Son cifras importantes, pero como podemos ver, no son muy significativas con relación al total de remesas que recibe México”, consideró Cervantes
Asimismo, el experto consideró que la frecuencia y la cantidad de personas deportadas va a disminuir paulatinamente, debido a las necesidades de mano de obra de la economía estadounidense.
“Conforme más deportes trabajadores, va a haber mayor escasez de mano de obra. Estados Unidos no tiene un problema de desempleo. Vamos a decirlo que se podría considerar incluso una economía en pleno empleo, porque la tasa de desempleo es básicamente desempleo friccional. Los trabajadores que están cambiando de un trabajo a otro”, concluyó Cervantes.
GC