La pausa a las subidas de la tasa de interés del Banco de México (Banxico) no representa que el instituto central concluyó el trabajo para reducir la inflación, e incluso, podrían presentarse nuevas alzas si los precios al consumidor no descienden como se tiene proyectado, señalaron algunos miembros de la Junta de Gobierno.

De acuerdo con la Minuta número 100, de la Reunión con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 18 de mayo, dos miembros subrayaron la necesidad de manejarse con cautela respecto a los siguientes movimientos del banco central.

En cuanto a la guía sobre las decisiones futuras de política monetaria, (un miembro) indicó que el entorno de elevada incertidumbre sobre el proceso inflacionario obliga a actuar con suma cautela y favorecer una postura flexible. Agregó que no puede descartarse que se requiera mayor o menor apretamiento.

“Argumentó que debe comunicarse que una pausa no significa que el Banco de México haya concluido su trabajo, ni que necesariamente esta vendrá seguida de un relajamiento”, subraya la Minuta.

Según el documento, este miembro acentuó que debe indicarse “claramente que se responderá acorde con las circunstancias económicas que se vayan presentando”.

En ese sentido, opinó que “las siguientes decisiones dependerán de que las inflaciones general y subyacente consoliden su tendencia a la baja”.

Enfatizó que, en cualquier caso, el Instituto Central debe ser claro en que la postura de política monetaria deberá mantenerse en terreno restrictivo durante todo el horizonte de planeación.

“Externó que lo anterior contribuiría a que las expectativas de inflación de analistas, que actualmente se ubican por encima de los pronósticos para todo el 2024, sean más parecidas a las del Banco de México, lo cual mejoraría la eficacia de la política monetaria”, detalló la Minuta.

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En tanto, otro miembro argumentó que con los incrementos en la tasa acumulados durante este ciclo alcista, se alcanzó una postura suficientemente restrictiva para lidiar con un panorama inflacionario aún complejo.

Aunque estimó que se ha alcanzado la tasa terminal, dijo que esto no implica estar exentos de algún ajuste posterior o el fin de la restricción monetaria, ya que se pasará de un manejo activo, con incrementos de la tasa nominal, a una nueva fase de manejo pasivo, determinado por la disminución de las expectativas inflacionarias.

“Subrayó que podría requerirse de algún incremento adicional a la tasa objetivo en caso de que la inflación no descienda.

“Asimismo, apuntó que, al materializarse el descenso de la inflación, debe evitarse una postura demasiado restrictiva, por lo que eventualmente se evaluaría algún recorte de tasas. Señaló que ello no sería un relajamiento, sino un ajuste para mantener la tasa real ex-ante en un rango entre 6 y 7%, el cual estima consistente a la convergencia inflacionaria”.

Igualmente, expresó que, aunque es aventurado anunciar que la postura restrictiva se mantendrá durante todo el horizonte en el que opera la política monetaria, se debe comunicar que dicha postura requiere ser mantenida por un tiempo extendido.

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