El surgimiento de la variante ómicron del virus SARS-CoV-2 –que desencadena el Covid-19— plantea riesgos para la recuperación económica mundial y el combate a la inflación, debido a que todavía se desconoce qué tan peligrosa es la nueva variante y también por las restricciones de viaje que han impuesto varios países para prevenir los contagios.
“La emergencia por la nueva variante se presenta en un periodo de frágil recuperación económica, con cadenas de suministro estiradas, elevadas tasas de inflación y las carencias de oferta de trabajadores en el mercado laboral”, refiere este martes la agencia calificadora Moody’s en el documento “Comentario sobre la variante ómicron”.
La interrupción de la actividad productiva, resultante de la propagación de la nueva variante, puede evitar que se alivien las tensiones de las cadenas de suministro, que se debilite la capacidad productiva y que aumenten las presiones de costos en los sectores más expuestos a las cadenas globales de valor, agregó la agencia.
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Por el lado de la demanda, Moody’s considera que los temores a contagiarse de la nueva variante del virus SARS-Cov-2 puede inhibir a la población para involucrase más en las actividades económicas que requieren mayor contacto humano.
Así, puede disminuir la demanda de servicios de hospedaje y de viajes, situación particularmente delicada en una época en la que tiende a aumentar el gasto de los consumidores por las vacaciones de fin de año.
“Los planes de las empresas de volver gradualmente a una ‘nueva normalidad’ pospandemia son ahora inciertos. Hasta que exista más claridad sobre la situación general de la pandemia, el temor a contraer el Covid-19, la incertidumbre más prolongada sobre las escuelas y las nuevas restricciones a los viajes internacionales continuarán reduciendo la oferta de mano de obra”, aseguró Moody’s en su comentario.
Ante este escenario incierto, la agencia calificadora considera que los países que podrán salir mejor librados del nuevo desafío económico y sanitario que plantea ómicron serán aquellos que tengan un abasto suficiente de vacunas contra el virus SARS-CoV-2 y cuya población esté dispuesta a recibir las inmunizaciones.
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También ayudará a los países tener una menor dependencia económica de los servicios turísticos, ante una posible baja afluencia de visitantes para evitar contagiarse de la variante ómicron, así como las capacidades que tengan los gobiernos para conformar paquetes de ayuda económica a su planta productiva, ante una posible menor demanda de los consumidores y la posible interrupción de las cadenas de suministro.
Frente a un eventual nuevo brote de contagios de Covid-19, “las economías más golpeadas serán aquellas con bajos niveles de vacunación, alta dependencia del turismo y baja capacidad de ofrecer políticas de apoyo fiscal y monetario para compensar el impacto en el crecimiento por el resurgimiento de las infecciones”, agregó la agencia calificadora.
En ese sentido, “las economías desarrolladas, apoyadas por el uso de vacunas altamente efectivas, altas tasas de vacunación y una amplia política de apoyo al sector privado estarán en una mejor posición que los países emergentes para enfrentar los desafíos que implica la nueva variante”, concluyó Moody’s.
GC
