- El costo financiero (pago de intereses, comisiones y gasto del crédito) de la deuda sigue creciendo. De enero a mayo este rubro se disparó 34.5%.
- La mayor parte de las reducciones del gasto público se dan en el rubro de inversión física. En los primeros cinco meses del año registra una contracción de 20%. En 2016, como porcentaje del gasto programable, representó sólo 12.6%, su menor nivel desde el 2002.
- Es probable que en 2018 Banxico no registre remanentes, debido a que el peso mexicano se ha apreciado cerca de 14% en el año, lo que restaría un soporte para los ingresos del gobierno federal.
- La situación de la deuda pública estatal sigue siendo insostenible y puede empeorar.
- Las elecciones presidenciales del próximo año supondrán un gran reto para las finanzas públicas, debido al incentivo a un mayor gasto o sustitución de recursos hacia actividades consideradas con mayor impacto político.
“Lo avanzado en este 2017 es un paso en la dirección correcta para retomar el paso de confianza y perspectiva que se tenía del país hace un par de años (sólidos fundamentos económicos para enfrentar una posible tormenta financiera internacional). Sin embargo, es necesario redoblar esfuerzos en el área de finanzas públicas para evitar futuros desequilibrios y su impacto negativo en el desempeño económico de México”, señala la institución financiera en un reporte.Cabe recordar que el Banco de México entregó a la Secretaría de Hacienda una suma por 321,000 millones de pesos por concepto de remantes, los cuales, en su mayoría, se destinarán para pagar deuda pública.
“Sin duda, la situación de las finanzas públicas presenta una mejora en el primer semestre de 2017, en gran parte por el remanente histórico que recibió el gobierno federal por parte de Banxico, aunque también refleja el esfuerzo de disciplina financiera de la actual Administración el cual ha sido mayor que en el pasado reciente”, comentó CI Banco.