En marzo, la economía registró una ligera recuperación, pero bajo un panorama de desaceleración que se observa desde la segunda mitad de 2016. De acuerdo con los indicadores cíclicos de la economía, que marcan una tendencia del estado actual y las perspectivas hacia delante, la economía nacional aún arroja signos de enfriamiento, principalmente en el sector industrial. El indicador adelantado acumuló 11 meses por debajo de las 100 unidades, la brújula que marca un deterioro (menos de 100) o expansión (más de 100). Sin embargo, en los últimos dos meses (febrero y marzo) arrojó un crecimiento de 0.02 y 0.06%, para llegar a 99.4 y 99.5 unidades. Ello implica que la economía está avanzando, pero se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo, que son las 100 unidades. Este indicador tiene seis componentes: empleo en manufacturas, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, la tasa de interés interbancaria (que mueve a todas las tasas de interés), el índice bursátil Standard and Poor’s, el indicador de confianza empresarial y el tipo de cambio real. De éstos, los dos últimos arrojaron números rojos, lo cual se reflejó en el indicador adelantado. En cuanto al índice coincidente, que refleja el estado general de la economía, acumula cinco meses por arriba de las 100 unidades (octubre-febrero), con regazos en la tasa de desocupación urbana y el Índice de Ingresos por Suministro al por menor. En general, el indicador coincidente está creciendo por arriba de su tendencia de largo plazo.