El gobierno federal publicó la Directriz de emergencia para que la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF) establezca los precios máximos para el transporte ferroviario de carga, como parte de las disposiciones encaminadas a frenar la inflación.
La media estará vigente durante seis meses, con opción a una prórroga por el mismo lapso de tiempo, según el acuerdo publicado ayer por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
“El presente instrumento jurídico permitirá la elaboración de un mecanismo normativo respaldado institucionalmente que garantice tarifas eficientes y equilibradas en los costos de transporte de mercancías a través de las vías férreas, y evite la arbitrariedad por parte de los concesionarios en la prestación de los servicios de transporte de carga y, con ello, disminuir el impacto en las economías familiares del aumento de la inflación”, refirió el documento.
La Directriz menciona que las tarifas máximas del transporte por tren han crecido excesivamente, sobre todo en lo que se refiere a productos básicos como el maíz, altamente sensible para la población, lo que ocasiona que el precio de la tortilla también aumente.
En sus argumentos, la SICT explica que existen “prácticas monopólicas hacia los usuarios del servicio público de transporte ferroviario de carga”, como “la restricción de la oferta a usuarios pequeños por su volumen de carga, mediante tarifas excesivas”.
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Actualmente, dos concesionarios mueven 99% de la carga y tienen exclusividad sobre 88% de las vías, refirió el documento. De ahí que el precio de la tortilla de maíz que se consume en el país es hasta un peso más caro para su venta al consumidor.
En este sentido, la SICT exhortó a la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario a establecer una metodología, fijar las contraprestaciones por los servicios de interconexión y las tarifas máximas en la prestación del servicio público del transporte ferroviario de carga.
Lo anterior deberá considerar el establecimiento de condiciones para el acceso asequible, a un costo que prevea el desarrollo del sector.
Sobre esta propuesta, representantes del sector privado han manifestado que la fijación de topes a los precios del transporte de carga por ferrocarril no ayudará a contener el crecimiento de la inflación, sobre todo de los alimentos, ya que por el contrario, puede sobrevenir una escasez de productos en el mercado que encarecerán sus precios al consumidor.
Pedro Bermúdez, director de Cadena de Suministro de Elektra, comentó que a las empresas ferroviarias no les va a convenir la disposición y por tanto los productores o comercializadores tendrán que buscar otras opciones de transporte para movilizar sus mercancías, según un reporte publicado por el diario Reforma.
El texto completo de la Directriz puede consultarse aquí.
GC