Fitch Ratings mantuvo la calificación soberana de México en ‘BBB-‘ con perspectiva estable, al considerar que el país conserva un marco de política macroeconómica “prudente”, así como finanzas externas estables y sólidas y una deuda gubernamental/PIB que se quedaría por debajo de la mediana ‘BBB’.
La agencia prevé que la estabilidad macroeconómica permanezca durante el proceso electoral, que concluye en junio de 2024, pues no anticipa una “perturbación política importante” que pueda afectar negativamente las perspectivas de crecimiento para 2024.
“Fitch anticipa cambios de política limitados si Morena gana las elecciones presidenciales, aunque todavía hay una visibilidad limitada en la agenda política real.
“Un componente crítico de las elecciones será la composición de ambas cámaras del congreso”, expuso la calificadora, la cual supone que Morena conservaría una mayoría simple tanto en la cámara alta como en la cámara baja, aunque no una supermemoria.
De esta forma, pronostica que el producto interno bruto (PIB) de México alcance un crecimiento real de 3.4% en 2023 y de 2.4% en 2024.
“El crecimiento se ha beneficiado de un fuerte aumento de la inversión privada y un consumo robusto. La inversión privada ha crecido 20% en el año hasta septiembre, lo que proporciona una señal temprana de una creciente demanda de producción manufacturera debido a los efectos de la relocalización de empresas”, apuntó.
Respecto a este último tema, la calificadora subraya que el nearshoring sigue siendo una importante oportunidad de crecimiento para México, dadas las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China.
En ese sentido, recordó que las principales empresas automotrices anunciaron recientemente grandes planes de inversión en infraestructura en el país por alrededor de 11 mil millones de dólares.
Retomó que según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inversión extranjera directa (IED) podría aumentar el crecimiento de las exportaciones no petroleras en unos 100 mil millones de dólares en 2025.
Por otro lado, Fitch Ratings valoró que la inflación continúa disminuyendo, aunque la inflación subyacente se ha mantenido persistentemente alta, afectada principalmente por la recuperación retrasada de la demanda de servicios tras las perturbaciones relacionadas con la pandemia del Covid-19.
Bajo este contexto, Fitch anticipa que el Banco de México (Banxico) comenzará a flexibilizar su política monetaria para el primer trimestre de 2024, en ausencia de presiones inflacionarias persistentes, particularmente en servicios y otros rubros básicos.
Debilidades crediticias
Cabe mencionar que la calificación está limitada por “débiles indicadores de gobernanza, un historial de desempeño moderado de crecimiento a largo plazo y riesgos fiscales relacionados con crecientes rigideces presupuestarias y pasivos contingentes de Petróleos Mexicanos (Pemex)“.
La agencia anticipa presiones fiscales crecientes, con un déficit del gobierno general, incluido el gobierno federal más la seguridad social, de 3.5% del PIB en 2023, frente al 3.2% en 2022.
“El deterioro fiscal hasta 2023 llevó al gobierno a aplazar el gasto hasta el próximo año. […] Las presiones sobre el gasto provienen principalmente del aumento de los costos de endeudamiento interno, dadas las altas tasas de interés, y del aumento del gasto de capital relacionado principalmente con los proyectos de infraestructura pública en el sur de México.
“El gasto relacionado con las elecciones también aumentará el mayor déficit fiscal el próximo año”, advirtió.
De esta forma, concibe que el déficit más amplio contribuirá a un aumento de la deuda del gobierno general en relación con el PIB al 47.7% en 2024 desde 44.9% de este año y un aumento constante en el mediano plazo, pero espera que se mantenga por debajo de la mediana ‘BBB’ (actualmente 56 %) a lo largo del horizonte de pronóstico.
Finalmente, sobre el apoyo a Pemex, resaltó que por primera vez, la propuesta del gobierno especifica medidas de soporte a la petrolera en un presupuesto. Antes el apoyo se brindaba dependiendo de las condiciones económicas.
“Su inclusión mejora la transparencia y resalta la voluntad del gobierno de apoyar a Pemex” destacó.
El apoyo del gobierno incluirá una reducción de sus pagos del impuesto de participación en los beneficios de 40% a 30%, por un valor de 3 mil millones de dólares y transferencias directas de 8 mil 500 millones de dólares.
“Esto proporciona financiamiento suficiente para cubrir los vencimientos de bonos externos de Pemex en 2024, por 10.9 mil millones de dólares”, concluyó.
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