En América Latina, el consumo en México y Brasil ha sido resiliente pese a la elevada inflación, altas tasas de interés y menor dinamismo económico, señaló Moody’s en un nuevo reporte.
“El consumo privado en México continua siendo una fuente de fortaleza para la economía nacional”, expuso Ariane Ortiz-Bollin, Vice President Senior Moody’s Investors Service.
Los factores que impulsan este dinamismo son un peso estable que favorece las importaciones; mayores remesas y continuas transferencias de dinero gubernamentales, y niveles bajos de desempleo.
La demanda interna en México creció 0.3 por ciento en febrero, con respecto al mes previo, según estimaciones preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) refleja que en enero el aumento fue de 0.5 por ciento, con lo cual se reflejaría cierta desaceleración.
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Brasil -dijo la analista de Moody’s- también muestra cifras positivas como consecuencia del rebote en los salarios.
Esto obedece a mayores salarios y un mayor financiamiento al consumo, así como apoyos enfocados a segmentos más vulnerables.
Sin embargo, en Chile se ha desacelerado a medida que los retiros al sistema de pensiones han caído y su mercado laboral se enfría, pues -en estos momentos- no se encuentra en un estado “muy dinámico”, comentó la especialista.
“La alta inflación y los retiros al sistema de pensiones han hecho que los saldos de ahorro sean negativos para los consumidores”, expuso Moody’s.
“Es probable que el gatos de los consumidores continúe moderado ante la debilidad del mercado laboral y la caída en los salarios reales”, añadió.
FP