México es un Estado “insuficiente en términos fiscales”, por lo que urge aplicar cambios profundos en el manejo de las finanzas públicas para combatir la pobreza, lo que implica gravar al patrimonio de los más ricos y aumentar la recaudación, advirtió organización Oxfam.
“Una reforma fiscal de fondo, que limite los privilegios fiscales de los grandes contribuyentes, mejore la recaudación de impuestos como el predial y grave el patrimonio y la riqueza es indispensable para reducir la pobreza y garantizar derechos básicos como la salud en el contexto de la pandemia del Covid-19”, aseguró la organización no gubernamental, con sede en Reino Unido.
Esta conclusión forma parte del informe “Reforma Fiscal: punto de partida hacia la igualdad pospandemia en México”, presentado por Oxfam México, Fundar, Centro de Análisis, AC, y el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
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“Avanzar hacia sociedades más solidarias requiere invertir en los sistemas sanitarios para que puedan proporcionar servicios de calidad a toda la población”, destacó Alexandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam México, citada por el reporte.
Los ingresos que recauda México por impuestos equivalen a 13.1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que “no es suficiente para hacer frente a la demanda de servicios de salud y para atender al resto de los problemas socioeconómicos”, ya que 43.9% de la población vive en pobreza.
En términos de recaudación, México está por debajo de otros países del mismo nivel de ingresos. En 2019, Brasil, Argentina y Sudáfrica recaudaron 33.1%, 28.7% y 26.2 % del PIB nacional, respectivamente, subrayó el documento.
Sin recursos suficientes no puede haber programas sociales
“El bajo desempeño redistributivo de nuestro sistema tributario es consecuencia de la falta de voluntad política para cobrar impuestos sobre el patrimonio de las personas más ricas del país”, exhortó Iván Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de Fundar.
El Estado mexicano está obligado a combatir la desigualdad y a transformar las condiciones de vida de millones de personas que viven en pobreza a través de políticas de desarrollo social, destacó el texto.
Pero eso no se logrará mientras el sistema tributario “siga permitiendo que quienes más tienen, paguen menos y mientras tengamos un espacio fiscal reducido para hacer política pública”, agregó.
“Sin fondos adicionales, no es posible financiar los servicios públicos de acceso al agua o al saneamiento o a las guarderías y asilos, lo que sigue aumentando la carga de trabajo de las mujeres, que son las más afectadas por la pandemia”, subrayó el documento.
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A este panorama hay que sumar el envejecimiento de la población y la caída en la fertilidad que cambiarán radicalmente la estructura laboral y provocarán mayor presión a las finanzas públicas.
“Antes de que se nos termine el bono demográfico, debemos diseñar y aplicar políticas que consideren este envejecimiento y que permitan, por un lado, incorporar a más mujeres y personas adultas mayores al mercado laboral y, por otro lado, hacer el gasto más eficiente y menos desigual”, añadió Alejandra Macías Sánchez, directora ejecutiva de CIEP.
Estas conclusiones son parecidas a las del informe “Las desigualdades matan”, presentado este lunes también por Oxfam. Según este documento regional, la riqueza de los milmillonarios en Latinoamérica aumentó 52% desde el inicio de la pandemia del Covid-19, mientras que los pobres han estado más expuestos a las muertes por la enfermedad.
GC