Los bancos globales de todo el mundo enfrentarán un escenario de riesgos en 2024, ya que las elevadas tasas de interés –derivado de las políticas monetarias más restrictivas— provocarán impagos entre los consumidores y empresas, así como una menor demanda de financiamiento.
A lo anterior se sumará una mayor exposición de los bancos al riesgo para efectuar operaciones de refinanciamiento, consideró la agencia calificadora Moody’s, en el análisis “Perspectiva global para bancos 2024”.
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A nivel mundial se espera un periodo de desaceleración económica, como resultado de las políticas monetarias enfocadas en atacar la inflación, lo que implica que la actividad bancaria será menos dinámica que en 2023.
Sin embargo, los temidos efectos de una estricta política monetaria harán su aparición en el transcurso de 2024, refirió Moody’s.
“La perspectiva de Moody’s para los bancos globales en 2024 es negativa, ya que endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales se ha traducido en un menor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)”, comentó Felipe Carvallo, vicepresidente y director de Crédito de Moody’s Investors Service, citado por el reporte.
“La baja liquidez y capacidad de pago reducirán la calidad de la cartera y generarán un mayor riesgo de activos. La rentabilidad podría disminuir, debido a mayores costos de financiamiento, menor crecimiento de los préstamos y acumulación de reservas”, agregó el experto.
¿Cómo saldrán adelante los bancos en América Latina?
En el caso particular de América Latina, la agencia calificadora consideró que, si bien Brasil, Chile, Uruguay y Costa Rica han comenzado a recortar su tasa de referencia, esta sigue alta y por tanto las tasas de interés del sector financiero también se conservan altas.
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De esta manera, los consumidores y las empresas no tendrán incentivos suficientes para solicitar más créditos a lo largo de 2024.
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En vista de que se espera una pérdida de dinamismo económico el próximo año, también es previsible que los clientes de la banca –personas y pequeñas empresas principalmente— caerán en situación de impago.
Un componente adicional será la efervescencia política y social, que ha estado presente en varios países latinoamericanos como Argentina, Chile y Perú.

México pareciera un caso aparte, debido a que su desempeño económico de 2023 ha sido favorable, incluso por encima de las expectativas, impulsado entre otras razones por el proceso de relocalización de empresas o “nearshoring”.
Sin embargo, la economía mexicana también caerá en desaceleración en 2024, además de que celebrará elecciones presidenciales, lo que anticipa que el ambiente político-social jugará un papel relevante en el ánimo de los consumidores y los empresarios para demandan financiamiento.
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Moody’s también consideró que la situación político-social de México y los países latinoamericanos puede convertirse en un factor que desanime “el apetitito” de los inversionistas, para establecerse en la región.
En este contexto, los bancos comerciales globales de México y el resto de América Latina harán el esfuerzo por mantener amplias reservas y estrictas normas para el otorgamiento de crédito, lo que contribuirá a mejorar la morosidad en el transcurso de 2024.

“En Brasil y Colombia, donde las carteras de préstamos están más expuestas a consumidores y pequeñas empresas, los bancos mantendrán un enfoque conservador del crédito y se centrarán en préstamos garantizados (…) La eliminación gradual de los programas de apoyo gubernamental en Perú y Panamá se traducirá en un aumento de la cartera vencida, pero en su mayoría se mantienen buenas provisiones”, consideró el reporte.
Al tener reservas más altas que los mínimos regulatorios, los bancos tendrán la opción de obtener rentabilidades adecuadas, lo que se verá reforzado con las inversiones en innovación tecnológica y la buena cobranza de fuentes de ingresos estables, como las comisiones y tasas.
“Una buena rentabilidad les permitirá a los bancos cumplir con los crecientes requerimientos regulatorios relacionados con la adopción de Basilea III en Perú y Chile, mientras que la capacidad total de absorción de pérdidas en México garantizará la absorción de pérdidas a través de amplios volúmenes de instrumentos híbridos”, refirió la agencia calificadora.
GC