El gasto en infraestructura de estados y munición muestra un comportamiento débil desde 201718, pese a las crecientes necesidades del tema, señaló Moody’s Local México.

Lo anterior obedece a que las transferencias federales etiquetadas para este rubro han caído y los gobiernos locales no han contratado deuda para hacer frente a las necesidades de infraestructura.

Las transferencias federales etiquetadas para este rubro disminuyeron 30 por ciento en 2018 y 21 por ciento en 2019, expuso en un análisis.

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Por otro, aunque el nivel de endeudamiento es bajo, los estados y municipios no han contratado deuda de largo plazo para mantener su gasto de infraestructura.

No esperamos un cambio fundamental ni en el nivel de obra pública ni de endeudamiento. Para 2023, estimamos que el nivel de deuda a ingresos operativos de los estados permanezca estable y que siga disminuyendo para el caso de los municipios”, señaló la firma.

Moodys’ detalló que desde 2019, el gasto de los estados calificados disminuyó y se ha mantenido en niveles similares, pero inferiores a los registrados en 2017 y 2018.

Lo mismo sucede con el gasto de los municipios, salvo por el 2020, año en que algunos municipios grandes decidieron aumentar su gasto en infraestructura como medida contracíclica. 

En 2021-22, el gasto promedio de los municipios es 20 por ciento menor respecto a 2017.

“La principal razón por la que el nivel de gasto en obra pública ha disminuido es la caída en las transferencias federales etiquetadas para infraestructura”, dijo.

Las transferencias estatales por convenios federales cayeron 21 por ciento en 2019, mientras que para municipios las transferencias comenzaron a disminuir antes, con una baja de 30 por ciento en 2018, expuso.

Sólo los estados de Jalisco, Hidalgo, Tabasco, Nayarit, y la Ciudad de México han mantenido o incluso aumentado su gasto en infraestructura respecto al nivel registrado en el 2018.

FP