El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) indicó que, en el contexto actual, es esencial que el gobierno federal otorgue mayores incentivos para impulsa la inversión en el país y mejores empleos.
“El país requiere de un mayor ritmo de crecimiento de manera sostenida con el objetivo de mejorar el bienestar de la población. Ese debe ser el compromiso puntual del gobierno.
“Por lo anterior, es esencial iniciar la instrumentación de una política económica que otorgue incentivos a la formación de capital humano y físico, a la inversión en innovación y tecnología y sobre todo a consolidar un Estado de derecho confiable y funcional”, expuso el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En su análisis semanal, abundó que los niveles de inversión en el país continuarán siendo insuficientes mientras no haya certidumbre en el marco jurídico en el que operan los inversionistas, es decir, estabilidad en las reglas del juego.
En ese sentido, apuntó que es “imperativo generar un ambiente propicio para la inversión para elevar los niveles de crecimiento del país”.
La opinión se produce luego de que las expectativas han seguido ajustándose a la baja.
De hecho, el Banco de México (Banxico) corrigió su pronóstico de crecimiento para ubicarlo en solo 0.1% para este año, medio punto porcentual por debajo de su estimación previa.
“La preocupación crece cuando la perspectiva de menor dinamismo económico se extiende al siguiente año, para el cual, el banco central un crecimiento de 0.9%, la mitad de su previsión anterior”, expuso el CEESP.
Por su parte, analistas consultados por Banxico prevén un avance del PIB de sólo 0.08% para este año, “prácticamente un nulo avance”.
Para 2026 el pronóstico se ubicó en 1.36%, el porcentaje más bajo desde que se inició la Encuesta Banxico.
Cabe mencionar que a especialistas del sector privado les preocupa que el crecimiento de la actividad económica sea obstaculizado por la política proteccionista de Estados Unidos, así como por problemas de inseguridad pública en México.
Asimismo, les inquieta la incertidumbre sobre la situación económica interna, sobre todo por la debilidad de los principales indicadores económicos.
“En este contexto, la evolución del empleo se debilita cada vez más”, mencionó el CEESP, el cual retomó que se perdieron 45,624 empleos formales en mayo.
Según el IMSS, la contracción del quinto mes está relacionado con la estacionalidad de mayo, “donde se registran las mayores caídas del sector agropecuario directamente relacionadas con el ciclo agrícola”.
Finalmente, sobre la situación financiera del sector público, el organismo del CCE advirtió que sigue siendo una preocupación importante, pues persisten cuestiones que continúan ameritando atención, aunque resultados recientes muestran un comportamiento que podría estar en línea con la consolidación fiscal que se busca para el año.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, en el periodo enero-abril, los ingresos totales del sector público aumentaron 6.5% real, respecto al mismo lapso del año pasado.
“Si bien es un buen resultado, es importante considerar que en el periodo enero-marzo los ingresos habían aumentado 11.0%, lo que implica que tan solo en abril estos disminuyeron 4.7%, resaltando la baja de 17.1% en la recaudación por concepto del impuesto sobre la renta (ISR) y la disminución de 2.6% en la del impuesto al valor agregado (IVA), en un mes que se caracteriza por una mayor recaudación debido al periodo de la presentación anual de la declaración de impuestos de personas físicas.
“Esto podría estar reflejando los efectos del debilitamiento de la actividad económica y la cautela del consumo, así como el deterioro del mercado laboral”, concluyó.
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