A pesar del escándalo por la destitución de su presidente anterior, Mauricio Claver-Carone, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) camina firme y sin riesgos de enfrentar una crisis operativa, por lo que está en condiciones de seguir adelante con sus tareas de apoyo financiero a la región de América Latina, asegura la agencia calificadora Moody’s Invstors Service.

La asamblea de gobernadores del BID votó a favor de separar a Claver-Carone de su cargo como presidente –tres años antes de que concluyera su mandato—, derivado de una serie de investigaciones que confirmaron una relación amorosa entre el exdirectivo y una subordinada, algo que se considera una conducta inapropiada en los códigos de ética de la institución.

Por lo pronto, la vicepresidenta ejecutiva del Banco, la hondureña Reina Irene Mejía Chacón, asumió la presidencia de manera interina, en lo que se nombra a un nuevo presidente.

Tras la decisión de la junta directiva del BID de destituir a su expresidente del cargo, Moody’s prevé que este acontecimiento no afectará las prácticas de gestión de riesgos ni tendrá un impacto material en las operaciones de la entidad”, consideró Renzo Merino, vicepresidente y analista principal de deuda soberana y supranacional de Moody’s.

Lo anterior “garantiza que el BID mantendrá sus sólidas métricas crediticias. En opinión de Moody’s, el BID continúa mostrando un sólido marco y buenas prácticas de gobernanza y una alta calidad de gestión que son fortalezas clave de su perfil crediticio”, agregó Merino.

En este sentido, la transición para la designación de un nuevo presidente no tendrá por qué afectar las labores del BID como prestamista de la región.

Conforme a las reglas del Banco, desde principios de esta semana que se ratificó la destitución de Claver-Carone, se abrió un periodo de 45 días para que los países miembros del Banco hagan las nominaciones de sus candidatos para ocupar el cargo.

Por lo pronto, el gobierno de Estados Unidos ha manifestado que no presentará a ningún candidato para ocupar la jefatura del BID, la cual ha sido tradicionalmente ocupada por un representante de América Latina en los 62 años de vida del Banco, lo cual se respetó hasta 2020, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso a su asesor Claver-Carone para dirigir al Banco.

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“Regresaremos al entendimiento de gobernanza que la administración anterior destruyó al dar la bienvenida a los candidatos de los países miembros prestatarios para competir por la presidencia (…) La administración Biden no presentará un candidato estadounidense”, dijo Michael Kikukawa, vocero del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Por lo pronto, México ha levantado la mano para postular a la diplomática Alicia Bárcena Ibarra, exsecretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una institución dependiente de la Organización de las Nacionales Unidas (ONU).

El proceso para proponer candidatos a la presidencia del BID durará 45 días y, para ser elegido, el candidato debe obtener una mayoría del poder de voto de los países miembros, que varía según la cantidad de acciones que posee cada país miembro del capital ordinario del BID. (Con información de EFE)