A ojos de Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA México, al Banco de México (Banxico) le faltan comunicación y transparencia.
En una pieza de opinión publicada el jueves, Serrano Herrera discrepó con la decisión de Banxico de subir la tasa de interés en su última reunión de política monetaria.
El economista se puso del lado de los dos votos disidentes en la decisión -Galia Borja Gómez y Gerardo Esquivel Hernández-, quienes consideraron la movida como precipitada y advirtieron sobre las señales de incertidumbre que podría enviar a los mercados.
“Me parece que los miembros de la Junta que votaron por aumentar la tasa de política monetaria mostraron un desdén por la comunicación y la transparencia”, apuntó Serrano Herrera en su texto.
La decisión de Banxico tomó por sorpresa a los mercados, quienes esperaban que el banco central mantuviera la tasa de interés e 4% durante buena parte del año, sino que hasta el año próximo. La percepción se apoyó en parte en los mismos mensajes que el banco central envió en sus comentarios y reportes por la inflación, cuyas presiones al alza esperan sean transitorias.
A etas alturas, apuntó el economista en jefe de BBVA, “el mercado ha entendido que el informe trimestral de inflación no tiene valor alguno como instrumento de comunicación”.
Borja Gómez y Esquivel Hernández tomaron la misma postura en la reunión de la Junta de Gobierno a finales de junio. La primera hizo un llamado para tener “[consistencia] con nuestra comunicación y enfoque de política monetaria”, mientras que el segundo advirtió sobre la percepción de un “comportamiento errático y poco predecible” por parte de los mercados, subrayando el hecho de que prácticamente ninguno de los analistas encuestados previó el movimiento de tasas.
La política monetaria no resuelve todo
Serrano Herrera, concordando con los dos votos disidentes, consideró que fue equivocada la subida de tasas ya que ignora los mismos alcances de la política monetaria.
El banco central reconoce que hay presiones inflacionarias extraordinarias, pero insiste en que estas son transitorias, causadas por un efecto base de comparación y distorsiones en los precios por la reapertura de la economía.
Los analistas consideran que la subida de tasas fue una respuesta a la inflación. El economista en jefe de BBVA considera, haciendo eco de Galia Borja y Gerardo Esquivel, que, si estas son las razones detrás del alza de precios, la política monetaria no tiene el poder para frenarla.
“El propio Banco de México reconoce que los aumentos en la inflación observados este año son resultado de cambios en precios relativos y efectos base. La política monetaria no es efectiva ante este tipo de incrementos en los precios”, apuntó.
La inflación siempre es tema central en las discusiones de política monetaria, pero el indicador se ha vuelto mucho más relevante en los últimos meses. Su escalada ha sido constante y sus cifras encendieron focos rojos entre analistas tanto del sector público como del privado.
La esperanza es que los brincos en la inflación se disipen eventualmente, ya que la recuperación económica esté más avanzada; el efecto base se disiparía, los mercados laborales se recuperarían y las cadenas de suministro superarían los cuellos de botella y la escasez que las aqueja desde hace meses.
Sin embargo, hay temores de que los precios sigan escalando por más tiempo del anticipado. Dado el caso, los bancos centrales tendrán que actuar.
Te puede interesar: Presiones por inflación no tienen precedente, dice Powell; se aferra a que son temporales
cach