Hace una semana que las autoridades anunciaron la revocación de licencia y la liquidación de Accendo Banco, por incumplimientos en los requisitos de capitalización y otros manejos inadecuados; sin embargo, aunque se trata de un banco pequeño, el caso deja una estela de mala reputación para los bancos de este tamaño.
En un análisis sobre el caso de Accendo Banco, la calificadora Fitch Ratings refiere que esta institución representó solo 0.08% de los activos bancarios totales del país y 0.09% de los depósitos, de ahí que su impacto está limitado.
“Sin embargo, su liquidación podría tener efectos modestos de contagio a la reputación de los depositantes e inversionistas de bancos mexicanos más pequeños o similares”, advirtió Fitch Ratings.
Lo que deja ver la liquidación de Accendo ha sido el riesgo que enfrenta “el entorno operativo” de bancos pequeños presentes en México con “modelos de nicho, perfiles de negocio y generación de ingresos débiles y capacidad baja de absorción de pérdida a través de capital”.
En lo que va de la actual administración, ya son dos bancos comerciales, Accendo y Famsa, que han tenido que cerrar sus operaciones, mismos que tuvieron en común registros contables fuera del marco regulatorio, principalmente en movimientos con partes relacionadas. Como consecuencia, los requisitos de capitalización no se cumplieron.
Al mes de julio de 2021, el indicador de capital regulatorio (ICAP) de Accendo fue de 9.9%, por lo que prácticamente estaba en el ICAP mínimo de 9.25% vigente. También se reportaron pérdidas de 108 millones de pesos (mdp).
Además, Accendo cayó en incumplimientos de liquidez, registros contables inapropiados en capital y descuentos de capital no reconocidos, recordó Fitch a partir del anuncio de las autoridades de la semana pasada.
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La desaparición de este banco coincide con un momento en el que se han observado varias fusiones y adquisiciones de bancos pequeños a cargo de otros operadores, como las empresas de tecnología financiera o fintech.
Los bancos pequeños han entrado en una situación de estrés, a raíz de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, lo que facilita que puedan ser comprados por otras empresas, como las fintech, que pretenden aprovechar las licencias que tienen esos bancos.
Un ejemplo son los anuncios de compra que hicieron Apjusto y Te Creemos Holding, para absorber a Banco Finterra y Banco Forjadores, respectivamente.
“Este proceso de consolidación para los bancos pequeños pudiera continuar en el futuro cercano, ya que es una respuesta a las presiones en el desempeño financiero y en los modelos de negocios en el entorno operativo actual que han sido afectados por la pandemia”, concluyó Fitch.
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GC
