El partido disputado por las selecciones de futbol de México y España, celebrado en el Estadio Azteca en el 2010, estaría siendo investigado por la Unidad Central Operativa, órgano central del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil de España, tras la detención del presidente de la Real Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, del vicepresidente económico, Juan Padrón; del hijo del presidente, Gorka Villar. Además del cotejo en México, las autoridades españolas también estarían investigando otros partidos que realizó la entonces campeona del mundo en Sudáfrica, durante una gira realizada por América en la que visitaron Argentina, Venezuela y Costa Rica. La Unidad Central Operativa cree que Villar promovió partidos entre la selección española con otros equipos para obtener contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo, Gorka, también detenido. Fuentes judiciales refieren que el juez Santiago Pedraz investiga presuntos delitos de corrupción entre particulares, falsedad documental, apropiación indebida así como administración desleal. Se prevén otras detenciones de dirigentes del organismo deportivo. Los agentes de la Guardia Civil registrarón la sede de la RFEF en busca de documentación de presuntos manejos económicos a favor de los Villar, en detrimento de la Federación, así como irregularidades en la gestión de la entidad. Con información de agencias.