El Banco Mundial (BM) ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, a un nulo avance (0%), desde el 1.5% previsto en enero. Para 2026 también recortó su previsión, de 1.5% a 1.1 por ciento.

De acuerdo con la organización multinacional, la drástica modificación se debe a la política económica de Estados Unidos, principalmente por la imposición de aranceles a diversas industrias del país.

En su “Reporte económico de América y el Caribe”, abundó que, aunque México y algunos otros países de Latinoamérica pueden verse beneficiados por las medidas estadounidenses en contra de competidores asiáticos, éstas también representan impactos en las cadenas de suministros.

Un motivo de preocupación general son las actuales tensiones comerciales mundiales que amenazan el acceso a los mercados y que probablemente tendrán un efecto amortiguador en el crecimiento mundial.

Mayores aranceles, y los niveles más altos de incertidumbre comercial en una década, impiden una mayor integración de la región en las cadenas de suministro de Estados Unidos, además de poner en peligro los empleos en las industrias relacionadas con las exportaciones”, alertó.

Asimismo, advirtió que “el aparente giro de Estados Unidos hacia mayores aranceles arroja incertidumbre sobre el proyecto de nearshoring, la práctica de llevar operaciones en el extranjero a países cercanos o amigos, y el acceso a los mercados mundiales en general”.

La organización reconoció que un paso positivo para México es el acuerdo comercial con la Unión Europea, que representa un paso hacia la diversificación de mercados y una postura relativamente abierta hacia los mercados mundiales.

Sin embargo, los nuevos desafíos exigen abordar una agenda pendiente de hace décadas en las áreas de infraestructura, educación, regulación, competencia y política tributaria para aumentar tanto la productividad como la capacidad de adaptación de las economías de la región frente a la nueva incertidumbre”, expuso.

Cabe mencionar que, la víspera, el El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que recortó su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana. Incluso, prevé un escenario de recesión en 2025 debido a los aranceles que Estados Unidos impuso a diversos sectores.

Para este año, el organismo intergubernamental bajó su estimado de 1.4% a -0.3%, mientras que para 2026 lo redujo de 2.0 a 1.4 por ciento.

Hace unos días, la Secretaría de Hacienda recortó su previsión de crecimiento para la economía mexicana a un rango de entre 1.5 y 2.3% anual, luego de que en las estimaciones del Paquete Económico 2025 consideraba un dinamismo de entre 2.0 y 3.0 por ciento.

Para 2026, la dependencia anticipa “un escenario de menor incertidumbre externa, lo que permitirá un crecimiento económico más sólido”, con una expansión proyectada entre 1.5 y 2.5%, rango inferior al de 2.0 y 3.0% vaticinado antes.

En tanto, analistas del sector privado —encuestados por el Banco de México (Banxico) en marzo— consideraron un avance del producto interno bruto (PIB) de 0.50% para este año, menor al 0.81% vaticinado en el sondeo de febrero.

Para el próximo año, aunque siguen apreciando una mejora de la economía nacional —con un avance del PIB de 1.60%—, tienen un pronóstico menos positivo al de hace un mes, cuando esperaban un crecimiento de 1.70 por ciento.

Por su parte, en sus últimas previsiones, la OCDE proyectó que la economía mexicana crecerá 1.2% en 2025, por debajo del 1.4% esperado para este año.

Para 2026 considera que el PIB tendrá un mejor dinamismo, para avanzar 1.6 por ciento.

Igualmente, analistas de instituciones bancarias y casas de bolsa consultados en la Encuesta Citi de Expectativas ajustaron su pronóstico para 2025, aunque mantuvieron su estimado para 2026.

De acuerdo con el sondeo publicado este martes, el consenso ahora estima el crecimiento del producto interno bruto (PIB) del país en 2025 en 0.2%, menor que el 0.3% de la última encuesta, con estimaciones en el rango de -0.7% a 0.8 por ciento.

Respecto a 2026, el pronóstico se mantuvo en 1.5% relativo a la última encuesta.

América Latina y el Caribe crecerán 2.1%

Para toda la región (América Latina y el Caribe), el Banco Mundial pronostica un crecimiento de 2.1% este año, impulsado por la recuperación de Argentina, y “con el resto de las economías más grandes mostrando poco dinamismo”.

A mediano plazo, se prevé que los vientos en contra del exterior sean más desafiantes. Mayor incertidumbre con respecto a una disminución de las tasas de interés a corto plazo en Estados Unidos y Europa podría limitar el margen para nuevas reducciones locales mientras los países se defienden de las salidas de capital y de la debilidad monetaria.

Tasas más altas también contribuirán a un crecimiento modesto en los países del Grupo de los Siete (G-7), mientras que China continúa luchando con un sector inmobiliario en contracción y la disminución de la confianza de los consumidores. Todos estos factores implican que los precios de los productos primarios se suavizarán”, resaltó el BM.

En ese sentido, añadió que la región continúa avanzando en la reducción de la inflación, aunque la convergencia hacia las metas se ha ralentizado, en gran parte debido al aumento de los costos laborales que impulsa al alza los precios de los servicios y los alimentos.

Las expectativas inflacionarias siguen ancladas, ya que todos los principales países esperan alcanzar sus objetivos para 2026 y las políticas monetarias siguen relajándose”, subrayó.

Específicamente para los países caribeños dependientes del turismo, prevé que obtengan mejores resultados en 2025. Considera que San Vicente y las Granadinas y Dominica superarán el 4 por ciento, “aunque es probable que para continuar creciendo sea necesario aumentar la conectividad y la capacidad hotelera”.

En tanto, los países exportadores de materias primas, como Trinidad y Tobago y Surinam, experimentarán ligeras mejoras en el crecimiento este año”, indicó.

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