Donald Trump, presidente de Estados Unidos, considera aplicar un segundo incremento a los aranceles a las importaciones de productos de acero, sin importar su lugar de origen, para aumentarlos de la tasa actual de 25% a una nueva de 50%.

El mandatario aseguró que, de esta manera, el acero de mala calidad no podrá competir con el acero fabricado en su país, además de que se protegerán los empleos.

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“Vamos a imponer un aumento del 25%. Vamos a llevar del 25% al 50% los aranceles al acero en Estados Unidos, lo que asegurará aún más la industria del acero en Estados Unidos.”, dijo Trump, en el contexto de una visita a la empresa US Steel, ubicada en West Mifflin, estado de Pensilvania.

El mandatario comentó que consideraba subir el arancel a 40% , pero que empresarios de la industria le sugirieron 50%. De manera que, con una tasa de esa magnitud, “nadie va a poder saltarla”.

No queremos que el futuro de Estados Unidos se construya con acero de mala calidad de Shanghái (China). Queremos que se construya con la fuerza y el orgullo de Pittsburgh”, agregó Trump.

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En sus polémicas políticas comerciales, el gobierno norteamericano estableció, el pasado 12 de marzo, aranceles de 25% a las importaciones de productos de acero y de aluminio de cualquier lugar del mundo, lo que también afecta a México y Canadá, los principales socios de Estados Unidos.

Asimismo, Trump ha establecido otros aranceles, como los impuestos de 25% a los autos y las autopartes importados —que aplican parcialmente a México y Canadá—, así como otra tasa de 25% a las cervezas y las latas vacías.

También se deben considerar los aranceles recíprocos a las mercancías de 185 países que a su vez cobran impuestos a los productos fabricados en Estados Unidos.

GC