El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó hoy ante medios de comunicación los cambios que hizo al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el cual mide la variación de precios en un grupo de mercancías y bienes que son representativos en el consumo de los mexicanos, y que refleja la inflación.
“Tenemos como referencia de base la segunda quincena de julio de 2018…con el paso del tiempo se acumula un sesgo en la inflación y por lo tanto es necesario actualizarlo con regularidad para evitar la obsolescencia”, dijo Julio Santaella Castell, presidente del INEGI en conferencia de prensa.
Un Índice de Precios al Consumidor es un indicador económico que mide, a lo largo del tiempo, la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares del país, explica la nota metodológica del INEGI.
“Con la finalidad de mantener un índice actualizado, que refleje los patrones de consumo de los hogares de México, el INEGI realizó el cambio de año base del INPC, de la segunda quincena de diciembre de 2010 a la segunda quincena de julio de 2018”, detalla el documento.
Dijo que con el paso del tiempo un índice que no se actualiza tiene a sobreestimar la inflación, pues hay sustitución de bienes en los consumidores, así como cambios en los puntos de venta, y la introducción de nuevos productos.
La actualización del contenido de la canasta se realizó a partir de los cambios en los patrones de consumo de los hogares mexicanos, obtenidos de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGASTO) de 2012 y 2013, y la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2014.
Santaella Castell recordó que el Fondo Monetario Internacional en 2013 le hizo una recomendación sobre que las ponderaciones del INPC deberían estar basadas en datos que cubran un ciclo estacional completo, es decir, de forma anual, en comparación con lo que se hacía antes que la encuesta solo cubría cierto periodo del año.
“El fondo pensaba que había elementos de estacionalidad en el gasto”, dijo el directivo del INEGI. Asimismo, dijo que se debía reforzar el carácter nacional del INPC incluyendo el patrón de gasto de localidades menores a 15,000 habitantes, mientras que con la metodología anterior solo se cubrían de más de 20,000 habitantes, por lo que dijo era primordialmente urbano.
Así, los principales tres objetivos del cambio de año base son:
  • Captar las modificaciones den los patrones de consumo de los hogares y lugares de compra
  • Evitar el sesgo por antigüedad de los ponderadores de la canasta
  • Incorporar las recomendaciones internacionales
También algunos rubros que consideraba el índice se desagregaron, como chiles envasados, moles y canastas, a chiles envasados, moles y salsas, por mencionar algunos. En tanto, otros ya no tan en uso como la telefonía fija y sus derivados, se agregaron a una sola categoría.

Además, con el fin de lograr una mayor representatividad espacial del índice, se incrementó en nueve, el número de ciudades o áreas geográficas donde se lleva a cabo la cotización de precios, para llegar a un total de 55 áreas geográficas que abarcaron las 46 ciudades anteriormente consideradas por el Índice, más las localidades aledañas. Esta selección se hizo atendiendo a la importancia económica, poblacional y política de las ciudades.

Respecto a los ponderadores, es decir, cuánto pesa cada producto en la inflación, dijo que era importante saber qué tan importantes son en el gasto, pues ejemplificó que no es lo mismo lo que pueden representar los jitomates que los dispositivos móviles. El INEGI realiza una cotización mensual de alrededor de 328 mil precios de una muestra de productos y servicios específicos, agrupados en 299 conceptos de consumo o productos genéricos, en comparación con los 265 anteriores. No obstante, prácticamente el peso del 96% de los productos anteriores se conservó. ct