El Banco Mundial prevé que la economía mexicana se desacelere este año respecto a 2024, aunque estima una ligera recuperación para el próximo año.

Según sus más recientes Perspectivas Económicas Mundiales, el producto interno bruto (PIB) de México mostrará un avance de 1.5% en 2025 y de 1.6% en 2026, luego de que el año pasado habría crecido sólo 1.7 por ciento.

Cabe mencionar que en junio vaticinaba un crecimiento económico de 2.3% para 2024, de 2.1% para este año y de 2.0% para el próximo.

De acuerdo con su Informe, la revisión a la baja se debe a que el año pasado, México experimentó una “marcada caída” en el crecimiento, en medio de un avance más débil de las exportaciones.

En tanto, actividad manufacturera cayó durante el tercer trimestre de 2024, para recuperar fuerza al cierre de año.

Asimismo, al igual que en Brasil, la inflación se mantuvo cerca de los límites superiores del rangos objetivo de los bancos centrales.

Sobre el crecimiento de Brasil y México, se espera que su economía se desacelere este año, atribuido a un consumo y una inversión débiles. Con una ligera mejora en 2026.

Para México, se pronostica que el crecimiento se desacelerará ligeramente, a un promedio de 1.5 por ciento en 2025-26, limitado por la aplicación de una política monetaria restrictiva y la consolidación fiscal.

Las políticas económicas pesan sobre el consumo y la inversión”, dijo.

Respecto a la inflación, mencionó que aunque está disminuyendo, este año aumentará para ubicarse muy cerca del rango superior de la meta del Banco de México de 3% +/- un punto porcentual.

Las perturbaciones comerciales seguirán siendo pequeñas en un contexto de alta incertidumbre, con efectos limitados en las perspectivas.

Se espera que esto limite la capacidad del banco central para flexibilizar la política monetaria, lo que sugiere la continuación de los recortes a su tasa de interés”.

Para América Latina y el Caribe, prevé que el crecimiento aumentará a 2.5 % en 2025 y a 2.6 % en 2026. 

Lo anterior, mientras el crecimiento mundial se está estabilizando a medida que la inflación se acercar a las metas de los bancos centrales y la flexibilización de la política monetaria respalda la actividad económica.

Respecto al PIB global, el Banco Mundial considera que mostrará un avance de 2.7% en 2025 y 2026, mismo dinamismo que el año pasado.

“Las perspectivas de crecimiento parecen insuficientes para contrarrestar el daño causado por varios años de impactos negativos.

La mayor incertidumbre en materia de política económica y los cambios adversos en la política comercial representan riesgos a la baja fundamentales. Otros riesgos incluyen el aumento de las tensiones geopolíticas, una inflación más alta y eventos climáticos extremos”.

En ese sentido, dijo, se necesitan medidas de política económica decisivas para salvaguardar el comercio, abordar las vulnerabilidades derivadas de la deuda, combatir el cambio climático, promover la estabilidad de precios, aumentar la recaudación fiscal y racionalizar los gastos, mejorar el capital humano e impulsar la inclusión en la fuerza laboral.

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