La flor de cempasúchil, o flor de muertos, no sólo es un símbolo de la cultura mexicana y una de las plantas ornamentales más importantes del país, también representa un elemento relevante para la economía mexicana.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en 2022 se sembraron 2,289 hectáreas de flor de cempasúchil en México, con una producción de 20,245 toneladas. Ese año, el valor de la producción fue de 93.4 millones de pesos, lo que representó un aumento de 6.6% respecto al año anterior.

Para este año, la Sader estimó una producción superior a las 21,000 toneladas, más de 2.4 millones de plantas y más de 509,000 manojos (rollos).

Cabe mencionar que esta flor se produce mayormente en Puebla, Michoacán, Oaxaca, Estado de México y en la Ciudad de México. Según datos de la Sader, sólo en Xochimilco se producen 20 de cada 100 flores que se venden a nivel nacional.

De esta forma, la flor de cempasúchil genera una importante derrama económica para dichas entidades y para todo el país, ya que involucra a diversos sectores económicos.

La agricultura es el sector que más se beneficia de la flor de cempasúchil, ya que representa una importante fuente de ingresos para los productores mexicanos. El comercio también se beneficia, pues es un producto muy demandado durante la temporada del Día de Muertos.

Empleo

Por otro lado, el cultivo y la cosecha de cempasúchil generan una importante fuente de empleo en las regiones productoras. Muchas familias rurales dependen de esta flor como su principal fuente de ingresos. Los trabajadores agrícolas se dedican a plantar, cuidar y cosechar el cempasúchil, creando empleo estacional que beneficia a comunidades enteras.

Lo anterior impulsa la creación de trabajos en la industria del transporte y la logística, ya que es necesario distribuir estas flores a nivel nacional e incluso exportarlas a otros países.

También desempeña un papel fundamental en la decoración de ofrendas y altares, lo que contribuye al atractivo turístico de las festividades. Los turistas a menudo compran cempasúchil y otros elementos decorativos para participar en la tradición, lo que beneficia a la economía local y nacional.

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Comercio

Además de la venta de la propia flor, el cempasúchil se utiliza en la creación de artesanías, como collares, pulseras y adornos, que se venden en mercados y tiendas locales. Esto crea oportunidades adicionales para los artesanos mexicanos y promueve la cultura y las tradiciones del país.

El cempasúchil también tiene un impacto en la industria funeraria y las florerías, pues durante el Día de Muertos, las funerarias adquieren grandes cantidades de cempasúchil para ofrecer a las familias que realizan servicios conmemorativos.

Las florerías, por su parte, experimentan un aumento significativo en la demanda de cempasúchil y arreglos florales relacionados con esta festividad.

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