En México, la inflación se aceleró por cuarto mes consecutivo a tasa anual al ubicarse en 4.42% y alcanzó su mayor nivel desde noviembre del 2024 (4.55%). Al interior, la inflación no subyacente se ubicó en 5.34% anual, la mayor desde diciembre del 2024 (5.95% anual), impulsada por el rubro de agropecuarios (6.76% anual), así como por energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, cuya inflación pasó de 2.99% en abril a 3.93% en mayo. Asimismo, la inflación subyacente se aceleró a 4.06% desde el 3.93% registrado en abril, la mayor desde junio del 2024 (4.13%). El repunte provino principalmente de las mercancías, que acumula seis meses de aceleración. Esto último es preocupante, pues la inflación subyacente determina la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo.
A tasa mensual, la inflación general se ubicó en 0.28%, la mayor para un mes de mayo desde el 2020 (0.38%). Es importante mencionar que en mayo la inflación se desacelera por el cambio en las tarifas de energía eléctrica y aunque este año la inflación se desaceleró de forma mensual en mayo, no lo hizo de manera significativa, por lo que a tasa anual mostró un repunte importante. De hecho, el componente no subyacente interrumpió una racha en la que acumuló 5 meses contrayéndose para ubicarse en 0.23% mensual. Además, es la primera inflación positiva del componente no subyacente en un mes de mayo desde el 2020 (0.66%), año atípico por la pandemia. Esto se debió al repunte de la inflación de productos agropecuarios que pasó de 1.60% en abril a 3.21% en mayo.
En este contexto, se han deteriorado las expectativas de inflación. En Grupo Financiero Base estimamos que bajo un escenari central, la inflación al cierre de 2025 se ubicará en 4.1% (revisado desde el 3.8% previamente estimado). Cabe destacar que en durante junio se espera que la inflación anual se desacelere, pero sería consecuencia de un efecto matemático de alta base de comparación del año anterior con lo que la inflación se ubicaría en una tasa anual de 4.4%. En julio, se estima se alcanzará la menor inflación anual del año, en 3.7%, por el efecto de comparación antes mencionado, pues en 2024 la inflación general se aceleró debido al repunte en frutas y verduras.
Desde la segunda quincena de marzo, se ha observado una desviación importante de la inflación quincenal respecto a su comportamiento histórico, pues en promedio las inflaciones quincenales han sido 128% mayores al promedio de los 10 años previos (omitiendo 2020 y 2022). Si estas presiones se mantienen la inflación se estaría moviendo hacia un escenario pesimista que llevarían a la inflación anual a 4.9%, la mayor inflación de cierre de año desde el 2022.
Inflación Media Truncada
El indicador de la inflación media truncada es útil para analizar el comportamiento de la inflación en el mediano plazo. A diferencia de la inflación general, este indicador elimina ciertos componentes (genéricos) que muestran variaciones extremas. Es importante resaltar que el indicador de la inflación media truncada también es distinto a la inflación subyacente, ya que los elementos que la inflación subyacente no contempla siempre son los componentes de 1) agropecuarios y 2) energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno. Estos podrían denominarse como “elementos de exclusión fija”.
Por su parte, los genéricos de alta variación que excluye la inflación media truncada cambian mes a mes (ponderadores dinámicos). Las variaciones extremas de los genéricos que la inflación media truncada excluye son crecimientos muy altos y contracciones muy profundas, pero ambas vertientes deben estar asociadas con efectos temporales debido a situaciones atípicas y de corto plazo, no a un cambio estructural o prolongado sobre la formación de precios.
Dicho lo anterior, en mayo del 2025 la inflación media truncada se ubicó en 4.31%, su segundo mes consecutivo de aceleración y mostrando su mayor nivel desde enero (4.35%). Además, de diciembre del 2024 a abril del 2025, la inflación general se ubicó por debajo de la inflación media truncada, sugiriendo que la inflación mostraba una convergencia hacia la inflación objetivo del Banco de México. Lo anterior se vio interrumpido en mayo, con una inflación general superior a este indicador. Esto representa evidencia de un posible riesgo de repunte sostenido en la inflación general en el largo plazo.
Existen riesgos importantes al alza sobre la inflación, que no están siendo compensados por la desaceleración. Ante esto, lo más recomendable sería que el Banco de México hiciera una pausa en el ciclo de recortes de la tasa de interés, pues el canal de expectativas es uno de los más importantes en la transmisión de política monetaria en el país.
Por Gabriela Siller Pagaza / Análisis Económico Banco Base
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