Desde que la actual administración entró en funciones el pasado 1° de diciembre muchos analistas políticos hemos fallado en identificar, pese a que existe el Plan de Nación por parte de Morena, ¿Qué es lo que quiere el gobierno del Presidente López Obrador? Y es que resulta muy complicado entender cómo es que la 4ª Transformación hará que las madres trabajadoras de México, la gran mayoría de escasos recursos, sean más productivas cuando ya no cuentan con un lugar a dónde llevar y dejar seguros a sus hijos. ¿Cómo explicar? que, aunado a esto, se lanza un plan sin pies ni cabeza, y que no es lo mismo que una política pública, para dar el recurso que antes se destinaba para las estancias infantiles de manera directa a estas mismas madres e incluso se les sugiere que a sus hijos “los cuiden los abuelos”. En el mismo nivel podemos encontrar el “plan maestro contra el robo de combustible” que no es otra cosa que un conejo sacado del sombrero ante un problema creado por el mismo estado. Y es que ¿Cómo explicar? Que 571 pipas, que nadie ha visto, que fueron compradas en la más profunda opacidad y que en el mejor de los casos estarán en funcionamiento dentro de varias semanas; sean la política pública del gobierno de Andrés Manuel para combatir el robo de combustible. También, resulta preocupante que no existe, al menos no es público, un proyecto de política pública que ataque el pésimo funcionamiento de algunas dependencias del poder ejecutivo federal, por ejemplo, el sistema educativo y de salud. Nuevamente, cómo explicar que, se eche para atrás la reforma laboral al sector educativo sin proponer una política de estado que garantice una educación de calidad para los niños de México. O ¿Dónde está el plan rector de la 4ª Transformación para la salud? Para que los médicos estén bien preparados, bien pagados y que el servicio básico en las clínicas sea humano y de calidad. Es bien sabido que al Presidente López Obrador no le gustan los contrapesos; que no se siente cómodo con la crítica y los cuestionamientos, pero, si sigue con su ofensiva que busca eliminar “por corruptos” organismos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, por ejemplo, entonces que nos diga con qué lo piensa suplir. Del mismo modo podemos encontrar ejemplos en el tema laboral, donde desde el pasado diciembre han estallado más de 40 huelgas de trabajadores que le pegan directo en la línea de competitividad al país sin que la Secretaria del Trabajo se haga presente. ¿Qué quieren hacer en favor de los trabajadores y las empresas que crean esos empleos? Y es que se puede estar con los trabajadores sin estar contra los empresarios, pero, para ello, se necesita tomar una posición que el actual gobierno parece no querer asumir. Habrá quienes digan que estos cuestionamientos no son los correctos porque el Presidente López Obrador cuenta, en este momento, con una aceptación superior al 70% de los mexicanos, pero, deseo enfatizar que es “en este momento”. Pronto, la actual administración deberá comenzar a dar resultados reales y tangibles a los millones de mexicanos de quienes sus recursos son administrados y, entonces, comenzará a ser necesario algo más que monólogos mañaneros y señalamientos al pasado. Cuando ese tiempo llegue, los promotores de la 4ª Transformación querrán haber hecho caso a los analistas políticos que tanto han despreciado pues, los ciudadanos les cuestionarán sobre sus políticas públicas reales. Para que se entienda, después años y años en campaña, ahora tienen que pensar cómo explicar ¿Qué quieren hacer?