El primer ministro de Canadá, Mark Carney, aseveró que el aumento de los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio, de 25% a 50%, que entró en vigor este miércoles, es “ilegal”.
En declaraciones a diversos medios, el mandatario mencionó que su administración responderá al incremento de los gravámenes ordenado por Donald Trump, pues es una modificación “injustificada”.
No obstante, apuntó que “tomará algún tiempo” determinar una medida en represalia.
Lo anterior, porque actualmente están llevando a cabo “discusiones intensivas” con funcionarios estadounidenses con el objetivo de quedar exentos de los aranceles, los cuales “son muy dañinos” para la industria y para los trabajadores canadienses.
En ese sentido, mencionó que las conversaciones “están avanzando”, lo que deja ver que el primer ministros canadiense buscará un acuerdo antes de imponer aranceles a productos estadounidenses.
“Estamos en intensas negociaciones con los estadounidenses y, paralelamente, preparando represalias si esas negociaciones no tienen éxito”, dijo.
Cabe mencionar que, por la mañana, la presidenta Claudia Sheinbaum aseveró que, en caso de no alcanzar un acuerdo con autoridades estadounidenses sobre los “injustos” aranceles al acero y al aluminio, su administración responderá con medidas direccionadas a proteger la industria y los empleos de este sector.
Durante su conferencia matutina, la mandataria mencionó que, aunque los gravámenes y su incremento de 25 a 50% es para todos los países que exportan acero y aluminio a Estados Unidos, es una medida injusta para México, pues nuestro país importa más de lo que exporta.
Además, añadió, el aumento es una situación insostenible.
La víspera, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación que hace oficial el incremento de los aranceles al acero y al aluminio, de 25 a 50 por ciento. La nueva tarifa entró en vigor este miércoles.
En sus fundamentos, el mandatario mencionó que luego de valorar información reciente, determinó que “es necesario aumentar los gravámenes” para que las importaciones de estos materiales no amenacen con perjudicar la seguridad nacional.
“En mi opinión, el aumento de los aranceles contrarrestará de forma más eficaz a los países extranjeros que continúan descargando excedentes de acero y aluminio a bajo precio en el mercado estadounidense, socavando así la competitividad de las industrias estadounidenses del acero y el aluminio.
“El aumento de los aranceles brindará un mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones de artículos de acero, aluminio y sus derivados”, expuso.
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