México se ha beneficiado del proceso internacional de relocalización de empresas o “nearshoring”, por la vía principalmente de la reinversión de utilidades de las empresas extranjeras que ya está en el país, lo que se ha reflejado en el aumento de las exportaciones de mercancías al mercado de Estados Unidos.

Aunque México no ha visto una afluencia notable de nuevas empresas extranjeras al país, que se traduzca en nuevas plantas manufactureras y más contratación de trabajadores, la mejor manera de aprovechar el “nearshoring” consiste en impulsar una política de desarrollo industrial que permita insertar a las empresas mexicanas en el comercio exterior, aseguró Intercam Banco, a través de un reporte.

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Lo anterior implica promover una articulación mayor de las empresas manufactureras mexicanas como proveedoras de las compañías exportadoras —la mayoría extranjeras—, sin que esto signifique necesariamente una política de “sustitución de importaciones” como la que imperó hace décadas.

En el primer semestre del año, México captó 31,096 millones de dólares (mdd) de inversión extranjera directa, una cifra récord para un periodo similar, de lo cual la manufactura se adjudicó 16,653 mdd.

Sin embargo, 97% del monto total consistió en reinversión de utilidades, mientras que únicamente el 3% restante se debió a nuevas inversiones.

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Intercam explica que estas estadísticas no son suficientes para conocer el impacto de “nearshoring” en el país, de ahí que es necesario analizar otros datos como las exportaciones de mercancías, que son finalmente el resultado de la actividad de las empresas extranjeras establecidas en territorio nacional.

Las importaciones de mercancías que hace Estados Unidos de México representaron, de enero a julio de 2024, una proporción de 15.7% respecto al total de las mercancías que ingresaron al mercado norteamericano en ese lapso.

En periodo 2014-2018, los productos hechos en México representaron una proporción de 13.2% en las importaciones de mercancías que hizo Estados Unidos, lo cual pone en evidencia cómo nuestro país ha desplazado a China y Canadá como el principal proveedor del mercado norteamericano.

“Aunque las cifras de inversión extranjera directa apuntan a que no ha existido un incremento sustancial en la capacidad instalada, puesto que 97% de la inversión en el primer semestre de 2024 corresponde a reinversión de utilidades, se ha logrado un importante aumento en la participación del comercio que realiza México a Estados Unidos. En este sentido, es innegable el avance del nearshoring”, destaca Intercam.

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En este sentido, el grupo financiero hace ver en su análisis que, a pesar de este éxito comercial para nuestro país, no se ha visto que las exportaciones ni el “nearshoring” tengan un impacto positivo más notable en la tasa de crecimiento de la economía mexicana.

De ahí la necesidad de hacer lo posible para fortalecer al sector industrial del país, por medio de la incorporación de más empresas mexicanas —micro, pequeñas y medianas— como proveedores de las grandes exportadoras de bienes manufacturados.

Se ha visto en los últimos años que México ha aumentado sus importaciones de bienes intermedios o insumos para la producción, lo que si bien implica que las empresas exportadoras los utilizan para exportar más mercancías finales, también se observa que los fabricantes nacionales se pierden la oportunidad de participar en las cadenas globales de valor.

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Al retomar propuestas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Intercam propone que las políticas económicas y comerciales del país deben hacer lo necesario para atraer a suelo mexicano a las empresas extranjeras fabricantes de los bienes intermedios, “sin caer en un modelo de sustitución de importaciones”.

También será importante invitar a las empresas mexicanas a participar en las cadenas globales de valor como proveedores, además de que será relevante atraer nuevos negocios al país como ha sido la reciente instalación de centros de datos en el estado de Querétaro, concluyó Intercam.

GC