El anuncio de Tesla en el sentido de instalar próximamente una planta fabricante de autos eléctricos en México cae en un buen momento para la industria automotriz, cuyas inversiones se han rezagado en los últimos años, por la pandemia del Covid-19, los problemas en las cadenas de suministro y los cambios en los hábitos de los consumidores.
Atrás quedó el sabor amargo que dejó en 2017 la cancelación de una planta que la automotriz Ford iba a construir en San Luis Potosí, un hecho que en su momento se atribuyó a las presiones de las políticas proteccionistas de Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, pero que posteriormente la compañía justificó con argumentos sobre nuevas tendencias de mercado, en el sentido de observarse una disminución en la demanda de autos compactos frente a un aumento en la compra de autos tipo SUV (Vehículo deportivo utilitario en inglés) y los tipo CUV (Vehículo utilitario de cruce).
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Antes de la pandemia del Covid-19, México atestiguó la apertura de algunas nuevas plantas armadoras de autos, pero después lo que vino fueron ampliaciones de inversión de las empresas automotrices en sus fábricas que ya están instaladas en territorio nacional.
Estas son las nuevas plantas más recientes, de las cuales la última más relevante es la de BMW en San Luis Potosí, según datos de la empresa de consultoría S&P Global.
Kia en Pesquería, Nuevo León, en 2016
Audi en San José Chiapa, Puebla, en 2016
COMPAS, de la alianza Nissan-Renault-Daimler, en Aguascalientes, en 2017
Toyota en Apaseo el Grande, Guanajuato, en 2019
BMW en Villa de Reyes, San Luis Potosí, en 2019
Las tendencias indican que a nivel global crecerá el mercado de autos eléctricos, de autos tipo SUV, CUV, así como de camionetas, y en menor medida habrá demanda por los autos compactos, explica S&P Global en un análisis.
México ya tiene experiencia en la fabricación de las camionetas pickup, los SUV y los CUV, lo cual es un punto de partida —40% de la producción nacional es de autos SUV y CUV—, pero hay que desarrollar todavía más este tipo de vehículos con nuevas propuestas, advierte S&P Global.
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En este sentido, la próxima llegada de Tesla apunta en el sentido correcto de impulsar una industria automotriz enfocada en producir autos innovadores y de mayor valor, con perspectivas favorables de tener mayor demanda entre los consumidores, tanto nacionales como de Estados Unidos, que es a donde se dirige la mayor parte de las exportaciones de autos armados en México.
Entre 2021 y 2022, las ventas en México de los vehículos SUV crecieron 5%.
De momento, todavía se desconocen los detalles sobre la nueva planta de Tesla en el país, pero el gobierno mexicano estima que la compañía invertirá 5,000 millones de dólares (mdd), en tanto que otros cálculos refieren 1,000 mdd iniciales que se extenderán hasta 10,000 mdd.
Por lo pronto, las compañías armadoras presentes en el país han realizado en los últimos años ampliaciones de inversión para ajustar sus plantas a nuevos productos o nuevos planes de trabajo, entre ellos la construcción de autos eléctricos. Algunas de esas inversiones son las siguientes.
Volkswagen, en planta de Silao, Guanajuato, 233.5 mdd en 2020
Volkswagen, en planta de Puebla, Puebla, 763 mdd en 2022
General Motors, en planta de Ramos Arizpe, Coahuila, 1,000 mdd en 2021
Ford, en planta de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, 420 mdd en 2020
*BMW, en planta de San Luis Potosí, 867 mdd, proyecto a tres años (anuncio de 2023)
GC