Himexsa, antes Hilasal Mexicana, la firma conocida por sus productos para baño, principalmente toallas y derivados, tiró hoy formalmente la “toalla”, pues derivado de fuertes presiones financieras, la empresa de origen nacional señaló que disolverá la sociedad, es decir, liquidará la empresa.
“Informa al público inversionista que por acuerdo de Asamblea Extraordinaria de Accionistas celebrada el 10 de abril, se resolvió disolver anticipadamente la Sociedad ante la imposibilidad de desarrollar el objeto de la misma, conservando su personalidad jurídica para los efectos de la liquidación”, dijo la empresa hoy en una circular enviada a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En el comunicado, Hilasal explicó que los accionistas aprobaron nombrar como liquidador al C.P. Pedro Nuñez Rosas, quien tomará posesión de su cargo y realizará la liquidación de la Sociedad a partir de la inscripción del acta respectiva en el Registro Público de Comercio. Lee también: La productora de toallas Hilasal despide 300 trabajadores por problemas financieros

¿Cómo llegó a este punto Hilasal?

Los problemas financieros de la compañía comenzaron en 2007, pues destinaba 60% de su producción a Estados Unidos, en donde comenzó una de las mayores crisis económicas del último siglo. En 2011, la firma se enfrentó a un mayor precio en el algodón, su principal insumo, lo que complicó aún más su situación. Posteriormente la firma entró a concurso mercantil, sin embargo, y a pesar de lograr acuerdos con sus acreedores, nunca pudo recuperarse. A finales de 2017 la compañía contaba con activos por 608 millones de pesos y deudas, o pasivos, por más de 436 millones de pesos. El 10 de abril de esta año la compañía informó que cerraba sus operaciones en la planta de El Salto, Jalisco. Lee también: La productora de toallas Hilasal cesará sus operaciones En pleno 14 de febrero, Hilasal “tronaba”, pues informó que debido a las dificultades que tenía para repuntar sus ingresos por el largo proceso de aprobación de la sentencia definitiva del Concurso Mercantil y la ausencia de fuentes de financiamiento para atender sus necesidades de capital de trabajo,  la empresa se encontraba en imposibilidad de mantener sus operaciones normales de producción, distribución y venta.
El 16 de marzo la firma informaba que en cumplimiento de sus obligaciones frente a trabajadores y empleados, desde el día 16 febrero de 2018 había llevado a cabo la liquidación de 300 trabajadores, “bajo las difíciles circunstancias financieras que la compañía enfrenta”, decía en un documento.
Hilasal comentaba que sus actividades continuaban tan solo en el proceso de almacén y entrega de productos, con el objeto de cumplir con los compromisos adquiridos previamente con clientes. ct