La corrupción, pero especialmente la impunidad que la hace posible, ha sido el lastre y sello de muchas administraciones.
Por Aarón Sánchez
Ningún humano es ilegal…
La corrupción, pero especialmente la impunidad que la hace posible, ha sido el lastre y sello de muchas administraciones. Regidores, síndicos, presidentes municipales, diputados federales y locales y hasta el Presidente de la República han sido acusados y linchados públicamente, por supuestamente cometer actos de corrupción.
Nadie se salva. Sin importar que sean sólo rumores o acusaciones sin comprobar, el hecho es que una vez que la sociedad escucha esa palabra, es imposible evitar ser señalado.
Esto debería ser celebrado de no ser porque demuestra una doble cara de la sociedad mexicana ¿Por qué señalamos a un “servidor público” y no al empresario? ¿Por qué tenemos la altura moral de reclamar al gobierno un buen comportamiento, pero no lo practicamos nosotros?
Esta conducta de la sociedad mexicana se vuelve más relevante ahora que existe la figura de los “candidatos independientes”. Esos que fueron creados para contrarrestar a la partidocracia que tenía secuestrada, y con gran desprestigio, la llave de entrada al servicio público.
En 2018, cuando tendremos candidatos independientes a casi todos los cargos de elección popular, han sido señalado por la autoridad electoral 24 de estos aspirantes independientes, quienes con tranzas, buscan llegar a la Cámara de Diputados federal.
El INE identificó ya más de 97 mil apoyos apócrifos de estos 24 aspirantes, quienes presentaron credenciales inadecuadas, falsas, pantallazos, firmas falsificadas y un penoso, pero relevador etcétera.
Estos 24 ciudadanos, que son una muestra de la sociedad, son también quienes seguramente en comidas familiares, pláticas de oficina y en toda oportunidad, criticaron y lamentaron “las tranzas del gobierno” y, por ello, tomaron acción para recuperar el control para los ciudadanos de la Cámara de Diputados, ese lugar donde se hacen las leyes que nos rigen.
El dato no es menor, pese a lo que pueda argumentarse por la cantidad de puestos de elección que estarán en juego este año; pero, 24 diputados representan un número mayor de legisladores del Estado de México al que poseen, combinados, PAN, PRD,Movimiento Ciudadano y Morena en la Cámara de Diputados Federal.
Este órgano legislativo tiene como función y razón de ser, representar la voluntad e identidad ciudadana, y tal vez con estos 24 aspirantes lo haga, pero desafortunadamente, también representará a la cultura de “el que no tranza, no avanza”.